NUEVA YORK.- Lillian Rivera de 21 años de edad (El Macho), una reconocida lesbiana dominicana del Alto Manhattan y conocida como "La Reina de las Drogas", fue sentenciada a 25 años de cárcel en la Corte Suprema del Estado en una sesión celebrada ayer. Rivera co dirigía una banda de narcotraficantes que ocuparon edificios en el proyecto de viviendas públicas Dickman Houses en el sector de Inwood. El juez Gregory Carro, al imponerle la sentencia, le dijo: "tú, jamás volverás a ser jefe y el problema contigo es que estabas acostumbrada a eso". La dominicana fue hallada culpable en mayo de conspiración para distribuir estupefacientes y posesión ilegal de los mismos. Ella interrumpió varias veces al magistrado para proclamar su inocencia. La fiscal adjunta Vera Varshavsky dijo que Rivera y sus cómplices habían impuesto un reino de terror durante 10 años en la comunidad de Inwood. Otro de los acusados, Benny Garary de El Bronx, salió en libertad después de haber cumplido dos años a los que había sido condenado. La banda distribuía cocaína convertida en Crack en el complejo de viviendas del Alto Manhattan y cayó dentro de un operativo que tomó varios meses en cuyo lapso llamadas desde y hacia los celulares de los supuestos narcotraficantes fueron interceptadas y fueron usadas como evidencias en la corte. Las operaciones centrales del grupo se manejaban desde uno de los apartamentos situado en un edificio del referido complejo público de viviendas. Almacenaban además en apartamentos de El Bronx los sicotrópicos que eran vendidos al menudeo en las calles de ese condado y del Alto Manhattan. Las transacciones se hacían día y noche en los pasillos de los edificios del complejo y adicionalmente el grupo suministraba las drogas a domicilio a viciosos que hacían las órdenes por teléfono. Desde agosto y diciembre del 2007 agentes encubiertos compraron drogas a cinco integrantes de la banda, identificados como: William Rivera, Mario Bracero, Cándido González y Aaron Gonder. Los demás también fueron imputados de los cargos de conspiración, distribución y venta de sustancias controladas y podrían enfrentar sentencias de cárcel de 10 a 25 años, dijeron los fiscales.
De Miguel Cruz Tejada
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