Cuando conoces a alguien y sientes esa química que no se puede describir con palabras pero que te hace sentir que esa persona es ‘la indicada’, uno espera que esa química personal se traduzca en la cama también, la tan añorada ‘compatibilidad sexual’. Sin embargo, esto no ocurre en muchas relaciones.
La tracción inicial puede ser fenomenal, pero al tener mayor contacto físico las cosas se enfrían. ¿Qué pasa? ¿Por qué si esta persona me gusta tanto no me hace sentir en ‘el cielo’?
A lo largo de tu vida amorosa y sexual vas trazando tu propio mapa de placer en base a tus experiencias en otras relaciones. Hay zonas que se vuelven más sensibles que otras, hay estímulos que se vuelven especiales y surten mejor efecto.
Esto te enfrenta ante la situación de descubrir el mapa del placer de tu pareja, en lugar de partir de supuestos y asumir que aquello que a ti te gusta tendrá que gustarle a ella también o que ella tenga que ajustarse a ti.
Ahora, aunque las cosas no funcionen a la primera esto no significa que no haya del todo compatibilidad sexual entre ambos. Sino que te plantea la necesidad de saber escuchar, abrirte más, ser creativo/a, y quizá reinventar tu propio mapa del placer.Fuente;sexologia.net
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