Al menos 13 jóvenes —entre ellos ecuatorianos, bolivianos y colombianos— perecieron al ser arrollados por un tren cuando se dirigían a una fiesta en la playa y cruzaban las vías en una estación de la costa noreste de España, dijeron ayer jueves las autoridades.
Ese es el accidente ferroviario más grave en el país desde 2003. Las autoridades dijeron inicialmente que 12 personas habían muerto, pero Montserrat Tura, ministra de justicia de la región de Cataluña, donde ocurrió la tragedia, dijo después a los reporteros que las investigaciones habían mostrado que perecieron 13.
Tura añadió que los cadáveres de siete hombres y una mujer habían sido identificados, y que entre las víctimas había ecuatorianos, bolivianos y colombianos, pero no dijo cuántas personas eran de cada país.
Catorce personas resultaron lesionadas y tres se encontraban graves. Una multitud en la cual había muchos inmigrantes latinoamericanos acababa de descender de un tren que había llegado a Castelldefels, cerca de Barcelona, casi a la medianoche del miércoles, para ir a una fiesta, celebrando el inicio del verano boreal.
En lugar de salir de la estación por un paso subterráneo, unos 30 de ellos lo hicieron por las vías, dijeron testigos. Segundos después, un tren de larga distancia que no para en esa estación arrolló a los jóvenes.
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