A pesar de que ya ha pasado un año de la muerte del cantante Michael Jackson, pareciera como si la desaparición del llamado “Rey del Pop” no fuera a pasar al olvido.
Por el contrario, el primer aniversario de su muerte, que terminó de catapultarlo al estatus de mito, llega en medio del escándalo que ha despertado la decisión de un juez de la Corte Superior de Los Ángeles, al dictaminar el pasado 14 de junio que el controvertido Conrad Murray, doctor personal de Jackson y presente en los últimos momentos con vida del artista, podrá seguir ejerciendo su profesión en el estado de California, pese a las protestas de la familia y los fans, que siguen responsabilizando al galeno y sus “métodos poco ortodoxos” —que incluían inyecciones de “cócteles” realizados a base de vitaminas, antihistamínicos y relajantes musculares— de la crisis que le costó la vida al cantante.
Pero ahí no paran los escándalos. En otro ramal de este río de tinta, Joe, el patriarca de la familia Jackson, concedió una entrevista al tabloide sensacionalista británico News Of The World donde por primera vez contó por qué culpa a su ex mujer, Katherine, de no ser capaz de salvarle la vida a su hijo (y mina de oro, como se han apresurado a señalar muchos de los detractores del padre).
En la entrevista, Joe Jackson, de 81 años de edad, da a conocer el amargo enfrentamiento que tuvo con Katherine tan sólo unas horas después de que el artista falleciera.
“Si me hubieras escuchado, Michael estaría vivo”, señala Jackson, quien asimismo, asegura que durante meses estuvo insistiendo para que internara al artista en rehabilitación para superar su “adicción a las drogas”. Por su parte, la señora Jackson sólo ha enviado un comunicado a la prensa, pidiendo respeto a su duelo, que “será interminable”.
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