Listindiario
Hoy se celebra el Día Mundial del Reciclaje, un proceso que devuelve la utilidad a los residuos industriales y domésticos que ya no sirven y que, por tanto, contaminan el medio ambiente.
En el país, la importancia de reciclar y convertir nueva vez en materia prima los desechos de materiales como vidrio, pilas, baterías, metales, papel y cartón tomó auge hace apenas una década, pese a que se producen diariamente miles de toneladas de basura.
Solo a Duquesa, el vertedero más grande del país, llegan alrededor de 3,500 toneladas de desperdicios cada día, según datos ofrecidos por la compañía Lajun Corporation, administradora del vertedero.
¿Cómo ha ido evolucionando el proceso de reciclaje en República Dominicana y qué podemos hacer para colaborar?
Para el ecólogo Javier Noguera, dado que el país no cuenta todavía con una estructura industrial grande que permita reciclar a gran escala, más que reciclaje, el ciudadano debe comenzar por reutilizar, es decir, reducir lo más que pueda el consumo el artículos desechables, para de esta forma disminuir la cantidad de residuos que se producen.
Una acción sencilla como utilizar pilas recargables en lugar de pilas desechables marca una gran diferencia, dice, igual que utilizar fundas de tela para transportar las compras.
“La toma de conciencia en la población ha ido creciendo”, expresa Noguera. “El detalle está en que no se dan las facilidades para poder actuar, como más campañas educativas y acciones concretas por parte del Estado para que haya más plantas de reciclaje y se pueda clasificar la basura, algo que ya debimos tener hace tiempo”.
Sacar partido a la basura
Lorna Aquino, licenciada en Administración Hotelera, creó hace un año una pequeña compañía intermediaria, Green Love, que se dedica a recolectar desechos y entregarlos a las plantas de reciclaje. Para aprovechar su inclusión en la industria, Lorna también se dedica a investigar sobre el tema en el país. Ella calcula que actualmente funcionan alrededor de 10 plantas de reciclaje y que muchas llevan trabajando entre 5 y 9 años, por lo que se recicla a diferentes escalas y no siempre de la manera más óptima.
Como muchas personas y empresas interesadas en el reciclaje no saben dónde deben llevar los desperdicios o no cuentan con los medios para hacerlo, Green Love recoge los materiales (por el momento sólo papel, cartón y baterías de vehículos e inversores) en tiendas, universidades, instituciones de servicio, compañías y colegios en la fecha que se le indique. El servicio es gratis.
La empresa organiza y clasifica los desechos y los traslada hasta las plantas de reciclaje, donde recibe un pago mínimo, casi insignificante, por la basura. “Todavía es gratis, no cobro por el servicio; es una colaboración para reducir el impacto ambiental y ahorrar recursos naturales”, expresa Lorna.
EJEMPLOS COMPRUEBAN QUE SÍ SE PUEDE
En el distrito municipal Verón-Punta Cana y en el municipio de Juan de Herrera, en las provincias La Altagracia y San Juan, respectivamente, se realizan buenos ejemplos de reciclaje. En Punta Cana aprovechan los desechos de los aviones que llegan a la demarcación turística en un cien por ciento, explica el ecólogo Javier Noguera. Una empresa recoge los desechos, los lleva a un centro de acopio donde trituran las latas de aluminio, las empacan y las venden a empresas que reciclan este material, mientras que la comida procesada se desecha y es quemada en hornos especiales y los plásticos son incinerados, todo siguiendo las normas internacionales de reciclaje. “Las cenizas de la quema son vendidas a una empresa que se dedica al asfaltado, que la mezcla con ‘clínker’ y otros materiales para producir asfalto”.
En Juan de Herrera, gracias a un programa de producción de lombrices, el ayuntamiento administra una fábrica de abono orgánico con el humus de estos animales que amerita el reciclaje de los desechos de la comunidad, un proyecto que cuenta con la colaboración de la ciudadanía y que ha sido considerado modelo de desarrollo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario