Depresión en el embarazo. ¿Qué hacer cuando la llegada del bebé – meses que podrían considerarse los más felices de tu vida – más se parece a una pesadilla? Todos a tu alrededor están contentos menos tú, que no encuentras entusiasmo a la cercanía de convertirte en mamá.
La depresión en el embarazo acomete a un porcentaje de alrededor del 10% de las embarazadas,
A veces son las mismísimas hormonas – otra vez culpables – las responsables por los cambios en el comportamiento y el estado de ánimo de las embarazadas, y pueden generar síntomas como falta de concentración, ansiedad, irritabilidad máxima, insomnio, fatiga persistente, trastornos alimenticios, apatía y desánimo.
La depresión en embarazadas puede dispararse a partir de situaciones de estrés y experiencias traumáticas a lo largo de la vida de la mujer: problemas con el embarazo, abortos espontáneos, abusos emocionales, físicos y sexuales. Y la carga genética que predispone a la enfermedad tampoco debe subestimarse.
Si presentas alguna señal que pueda entenderse como una manifestación de depresión en el embarazo, no dejes de buscar auxilio profesional. La terapia es una excelente forma de trabajar los cuadros depresivos de la gestante, y no debe causarte miedo o vergüenza consultar a un psicólogo para que te ayude a encontrar las herramientas para combatir la depresión.
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