Por MIGUEL CRUZ TEJADA Precozmente adicto a la nicotina, guiado a ese vicio por su padre, el pequeño Ardi Razil, se enfurece, se golpea la cabeza en las paredes y grita todo lo que puede articular si su “cura” no aparece pronto.
La situación, mantiene enfrentados a su papá y su madre, quienes están muy discordes por la conducta del niñito. El padre Mohammed Rizal, le dio a probar el primer cigarrillo cuando el pequeño tenía 18 meses y desde entonces, el menor nunca más ha soltado el pitillo.
El “hobby” de Ardi, le cuesta $5 dólares diarios a Mohammed que asegura ver a su hijo muy “saludable”, por lo que no entiende cuál es el “problema” con el precoz fumador empedernido. El progenitor es un vendedor de pescado y recalca que su hijito es muy “sano”, además de quejarse por las críticas que se le hacen por haber enviciado al pequeño.
La madre Diana, explica que además de enfurecerse y ponerse violento, el niño sufre mareos y nauseas cuando no tiene un cigarrillo en la boca. Es tan gordo para su edad que pesa 25 kilos y se le hace casi imposible correr a la par con otros niños de su misma generación.
La familia reside en el pueblo de pescadores Banyuasin Musi. La historia sobre el fumador precoz aparece en el portal thesun.com.uk y el medio dijo que funcionarios de la ciudad han ofrecido hasta regalarle un carro a la familia si logran que Razil abandone la adicción.
Pero por el momento, parece que eso no está en la agenda del padre. Millones de usuarios han invadido el sitio Youtube, especializado en videos para seguir la historia en vivo y los movimientos del niño indonesio.
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