Madrid/AFP.- El periodista disidente cubano Guillermo Fariñas aseguró que tiene "alta vocación de mártir" y que continuará con su huelga de hambre y sed "hasta las últimas consecuencias" para pedir la liberación de 26 "presos políticos que están enfermos", en una entrevista publicada el miércoles por el diario español El País.
"Hasta los psicólogos del ministerio del Interior (cubano) dicen que es mi perfil: yo tengo alta vocación de mártir", afirmó Fariñas, que lleva una semana sin ingerir líquidos ni alimentos y que no dudó en contestar con un "sí, me quiero morir" a la pregunta de si desea morir.
"Ya es hora de que el mundo se percate de que este Gobierno es cruel, y hay momentos en la historia de los países en que tiene que haber mártires", insistió, destacando que "Orlando Zapata fue el primer eslabón en la intensificación de la lucha por la libertad de Cuba. Yo fui el que agarré el bastón de su relevo, y cuando yo me muera otro lo va a tomar", afirmó.
El opositor Orlando Zapata murió el pasado el pasado 23 de febrero tras una huelga de hambre de 85 días, convirtiéndose en el primer disidente que fallece en una cárcel del régimen comunista cubano desde los años 70, según el portavoz de la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
"Seguiré hasta las últimas consecuencias..." para conseguir el objetivo de que "el Gobierno libere a esos 26 presos políticos que están enfermos, y que hasta los propios servicios médicos del Ministerio del Interior consideran que deben ser puestos en libertad, pues no van a sobrevivir en prisión", dijo Fariñas en la entrevista con el diario español.
Fariñas quiere además "que el Gobierno pague un alto coste político por el asesinato de Orlando Zapata Tamayo".
"El tercer objetivo es, si muero, que el mundo se percate de que el Gobierno deja morir a sus opositores y que lo que ocurrió con Orlando no es un caso aislado", añadió Fariñas, sobre cuyo estado expresó su preocupación el martes la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
A pesar de su lucha, Fariñas, que ha realizado más de 20 huelgas de hambre y ha estado preso tres veces por su actividad opositora, se confiesa "pesimista".
"Pienso que el Gobierno no va a cambiar. No tengo esperanza. El Gobierno cubano está aferrado, está en un momento muy difícil, y no van a cambiar hasta que estemos 50 opositores en huelga de hambre, eso sí sería un problema a nivel de toda la sociedad", dijo.
Fariñas es consciente de que cuando su estado de salud sea insostenible, su familia lo ingresará en un hospital para que sea alimentado por vía parenteral, pero asegura: "Si me ponen en un cubículo cerrado, donde no pueda recibir visitas de mis hermanos de lucha, pediré que me retiren la alimentación parenteral".
En caso de poder recibir visitas, "permitiré la alimentación parenteral, aunque no voy a comer ni a beber. En ese caso puedo vivir hasta que Dios quiera", concluyó.
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