sábado, 27 de marzo de 2010

Los mutilados de Haití..


PUERTO PRINCIPE, Haití AP Los amputados haitianos enfrentan un proceso de rehabilitación con retos no menores al trauma inicial del terremoto del 12 de enero: nuevas operaciones quirúrgicas, preocupaciones por la atención que recibirán cuando se vayan los médicos extranjeros, además de la dificultad de vivir en un país paupérrimo donde los lisiados han sido considerados como una carga para sus familias.

Hasta unas 4.000 personas sufrieron amputaciones tras el terremoto de magnitud 7 que mató a más de 200.000 personas. Necesitan un tratamiento minucioso porque los cirujanos, apresurados por salvar la mayor cantidad de vidas posibles, a menudo hicieron amputaciones transversales que no dejaron suficiente piel para la cicatrización o un muñón adecuado para un miembro artificial.

Ahora la principal preocupación es una posible infección. Mientras muchos amputados siguen hospitalizados, otros han sido dados de alta sin tener donde ir excepto campamentos precarios de refugiados.

En un hospital de campaña que el grupo médico Merlin opera en medio de carpas instaladas en una cancha de tenis, Eba Pasha, coordinador de salud, dijo que han tenido que efectuar nuevas operaciones quirúrgicas a víctimas que regresaban con muñones infectados.

Uno de sus pacientes, Vivian Exavier, requirió una operación para cerrar la herida en una pierna que le amputaron en un hospital en la República Dominicana. Después de ser dada de alta hace una semana, empezó a dormir en el patio de una escuela, y se infectó.

Conferencia de donantes en NY

Puerto Príncipe. EFE. La organización internacional humanitaria Médicos del Mundo (MDM) expresó ayer su deseo de que la Conferencia Internacional de donantes para la reconstrucción de Haití, que se celebrará el próximo 31 en Nueva York, ayude a reformar el sistema de salud del país tras el sismo. MDM espera “compromisos financieros importantes por parte de los proveedores de fondos” para “la reconstrucción del sistema de salud y también para su reforma y para su refuerzo”, expresó la organización en un comunicado enviado a la prensa.

“La conferencia de Nueva York debe ser la ocasión de invertir en masa en una reforma del sistema de salud haitiano”, que presenta muchas debilidades, según la organización.

Recordó que ya antes del sismo del 12 de enero que devastó a Haití, la tasa de mortalidad infantil era de 57 por 1000 nacidos vivos y la de la mortalidad maternal 630 por cada 100,00, lo que representan las cifras más elevados de la región. También, un 47% de la población no tenía acceso a los cuidados médicos y el sistema de salud no era equitativo.

Sólo 6% de las mujeres más pobres dan a luz en centros de salud contra un 78% de las clases medias y altas. La inversión en el sistema de salud de Haití “pasa por el refuerzo de la oferta de cuidados (infraestructuras, refuerzo de los recursos humanos), pero es también indispensable volver estos servicios de salud accesibles financieramente”, subrayó MDM.

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