Nueva York, (EFE).- La Fiscalía federal del distrito neoyorquino de Mahnattan ha pedido al juez que lleva el caso contra la científica paquistaní acusada de intentar matar a ciudadanos estadounidenses, que la permita declarar como testigo en el juicio.
Esta petición se conoció hoy, un día después de que la defensa de Aafia Siddiqui reclamara que se impidiera a ésta testificar en su propio juicio, por considerar que tiene "mermadas" sus facultades mentales.
"Creemos que es nuestra obligación, de acuerdo con las normas éticas, tomar esta acción para proteger sus intereses", defendían los abogados de Siddiqui en una carta remitida previamente al juez, en la que añadían que su testimonio convertiría la vista en "un doloroso espectáculo".
La Fiscalía sostiene en su escrito que la científica de 37 años, que recibió parte de su formación en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), no tiene sus capacidades mentales alteradas y que cuenta con "el derecho constitucional fundamental de testificar".
"Sus arrebatos durante este juicio no son ni irracionales ni delirantes, como sugiere la defensa, sino oportunistas y calculados", dice la carta, en la que describe a Siddiqui como una persona "inteligente, educada, sofisticada y que entiende perfectamente el proceso que se sigue en su contra".
Siddiqui ha expresado en varias ocasiones su deseo de testificar, pese a que en la jornada de apertura del juicio, el pasado 13 de enero, anunció su intención de "boicotear" el proceso por considerar que el sistema judicial estadounidense es "injusto".
También ha llamado la atención el comportamiento de la acusada en la sala del tribunal, a la que acude con el rostro cubierto por un pañuelo blanco y a ratos parece ignorar lo que acontece a su alrededor.
La científica, que residió en Estados Unidos entre 1991 y 2002, fue detenida en Afganistán el 17 de julio de 2008 para investigar sus posibles conexiones con la red terrorista Al Qaeda y, un día después, fue interrogada por militares y policías estadounidenses.
En ese interrogatorio, la mujer se apropió del arma de uno de los militares y disparó sobre ellos en un altercado en el que no hirió a nadie, pero en el que la acusada expresó de forma reiterada su deseo de matar ciudadanos estadounidenses.
El juicio de esta ciudadana paquistaní debería haberse iniciado el pasado septiembre, después de que el mismo juez decidiera en julio que era apta para ser juzgada en Estados Unidos.
El retraso, sin embargo, se debió a la negativa a colaborar de Siddiqui, quien alegó además algún desequilibrio mental que, según el magistrado, fue descartado por distintos análisis psicológicos a los que la acusada fue sometida.
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