La integración que plantea la Administración newyorkina fue anunciada por el alcalde Michael Bloomberg, este miéercoles en la tarde.
Los oficiales aseguran que bajo las nuevas medidas, los jóvenes que hayan cometido algún delito tendrán posibilidad de acceder a programas de la Administración de Servicios para Chicos, la agencia que vela por el bienestar de los menores.
A partir de ahora, los jóvenes entre 11 y 16 años serán evaluados y si así se concluyera -de acuerdo al delito y la peligrosidad- podrán volver con sus familias y a sus barrios, bajo una estricta serie de reglas y monitoreos por parte del estado, publica The New York Times.
"Esta medida no compromete la seguridad pública y ayudará a mantener las calles a salvo ya que los chicos considerados de alto riesgo continuarán en los centros de detención", explicó Linda Gibas. secretaria estatal de Salud y Servicios humanitarios.
Antes de esta medida, los jóvenes que comentían delitos usualmente quedaban en custodia del Departamento de Justicia Juvenil antes de recibir una sentencia. El Departamento manejaba alrededor de 5.500 chicos al año que eran derivados a orfanatos o a prisiones juveniles y en algunos casos a hogares residenciales de Organizaciones sin fines de lucro.
Bajo el nuevo plan se pretende reinsertar al menor a su ambiente, con la diferencia de que los oficiales visitarán con mayor frecuencia a la familia, acompañados de terapeutas y trabajadores sociales supervisados por el gobierno.
Además de la intención de reinserción, cada menor en prisión le cuesta al estado de Nueva Yprok la suma de 215 mil dólares al año. Es por eso que ya se liberaron a 900 jóvenes que cometieron delitos de baja peligrosidad.
"Queremos detener a menos chicos. Estamos haciendolo, porque ahora van a prisión los jóvenes que son peligrosos, los que llamamos chicos de alto riesgo", agrega Gibbs, quien asegura que la medida será exitosa.
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