jueves, 3 de diciembre de 2009

Hispana que mató niña en accidente intenta ahorcarse varias veces en hospital psiquiátrico


NUEVA YORK._ Parece que la sombra de la conciencia, no deja tranquila a la hispana Carmen Huertas, ni siquiera en sus días más oscuros. La mujer que el 11 de octubre de este año, conducía borracha una furgoneta en la que viajaban varios niños, perdió el control del volante y en el accidente resultó muerta la menor Leandra Rosado de 11 años de edad. Huertas, que fue presentada por primera vez ayer en la Corte Suprema de Manhattan acusada del cargo principal de homicidio vehicular, ha intentado varias veces ahorcarse en un hospital psiquiátrico donde fue recluida, después que su personalidad comenzara a descontrolarse.

En el tribunal, la latina lloró amargamente y no se atrevía a levantar la mirada para ver de frente al padre y a los demás parientes de Leandra, quienes acudieron a la corte. Sólo a veces, daba furtivas miradas, que expresaban lo que pasa por su aturdida mente.

El caso, uno de tantos que sucesivamente se produjeron durante el año 2009 en Nueva York, dio lugar a que la legislatura estatal aprobara una drástica ley que ahora lleva el nombre de la víctima. Una hija de Huertas y otros cuatro menores, resultaron con lesiones de consideración, pero sobrevivieron al impacto.

El accidente ocurrió en la autopista Hudson River Parkway que bordea el río del mismo nombre desde el Alto Manhattan hasta la parte baja del Oeste de la isla.

“Ella ha tratado en varias oportunidades de ahorcarse, colocando objetos alrededor de su cuello”, confirmó el abogado de la hispana Steven Rubin a la salida de la corte en la tarde de ayer martes. El jurista dijo que su clienta se mantiene en una fuerte crisis emocional.

“Está desvastada y confusa, pero entiende la responsabilidad y las consecuencias que debe encarar por su acción”, añadió el abogado. Huertas, había aparecido en ocasiones ante la justicia a través de tele conferencias desde el hospital, donde también se recupera de las heridas que sufrió en el accidente.

Cerca de una docena de familiares, amigos y algunas de las menores que viajaban con ella el día del accidente, estuvieron también en la corte dándole apoyo. Los fiscales dicen que ella se burlaba de las niñas en el trayecto, diciéndoles que levantara la mano la que quería llegar primero a su casa, sin que la conductora se cayera.

Escondiendo su cara entre las manos, Huertas, miraba de reojo al juez Carlos Salomón, a los presentes y sin poder contener las lágrimas. Melody Sánchez, madre de Kayla, una menor que se rompió un brazo en el accidente, dijo que no podía entender la muestra de apoyo a favor de la acusada. Lenny Rosado, el padre de la víctima fue uno de los presentes en el tribunal.

Recordó que cuando Huertas se llevó a la niña de su casa a una fiesta de pijamas en El Bronx, esta le dijo que no se preocupara, que su hija estaba en buenas manos. “Huertas no se ve bien, pero tiene que sufrir y sentir el dolor que hemos sentido nosotros por la pérdida de mi hija Leandra”, agregó el papá de la víctima.

“No quiero que se mate, porque debe pagar el tiempo que acuerda la ley, de todos modos ella va a vivir y mi hija jamás volverá a nosotros”, terminó diciendo Leandro.

Autor: Miguel Cruz Tejada

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