NUEVA YORK._ El cadáver de una anciana dominicana identificada como Ana Belén Fernández que tenía 76 años de edad al momento de morir, fue cambiado por “error” en la funeraria Ortiz de El Bronx, pero los propietarios de la casa fúnebre, achacan la situación a la aerolínea American Airlines, que en vez de entregar en Santiago de los Caballeros, los restos de la anciana, transportó el de un hombre. El muerto fue nombrado como Demetrio de León. Los familiares de Fernández están demandando a la funeraria para que les reponga todos los gastos, además de pagarles por el dolor y la frustración de no haber podido velado originalmente el cadáver de la mujer, que días después apareció en un depósito en La Florida.
Ysidra Fernández, nuera de la occisa, dijo que alrededor de 200 personas que esperaban en una funeraria de Santo Domingo, tuvieron que volver a los oficios, luego que se les entregaran los restos de su pariente.
Explicó que para el día en que estaba fijado el velatorio, se compró comida para todos los asistentes, por lo que se vieron forzados a hacerlo nuevamente. Denunció que el cadáver de la abuela dominicana, ya estaba descompuesto cuando finalmente lo recibieron.
Dijo que el viudo de la mujer está desvastado y psicológicamente afectado por la equivocación de la funeraria, la que insiste, es la culpable de lo ocurrido. American Airlines se negó a comentar acerca del asunto y la funeraria mostró la copia del acuerdo firmado por los deudos de la fenecida en el que se establece que después que Ortiz entrega los cadáveres, no es responsable de los muertos.
Los parientes de la señora Fernández esperan que una corte decida entonces, cuál de las dos empresas es la responsable por el error de haber extraviado el cadáver. Detalló que pagaron $3,6000 dólares a la funeraria por el velorio aquí y el traslado del cuerpo al aeropuerto internacional Cibao de donde lo llevaron a la capital.
Los parientes de la abuela que dejó 7 hijos y 20 nietos y que reside en Queens, señalaron que cuando el esposo abrió féretro, recibieron tremenda sorpresa, al ver a un muerto que no conocían. Han contratado un abogado para someter la demanda.
La familia también tuvo que encargarse de transportar a la abuela, debido a que el día del velorio usaron el carro fúnebre contratado en la República Dominicana para llevar a Santo Domingo al muerto, creyendo que era su parienta. Michael Ortiz, propietario de la funeraria que lleva su apellido, no quiso hablar del asunto.
“Cuando finalmente llegó el cadáver de ese domingo, ya estaba descompuesto, por lo que pudieron abrir el ataúd”, agregó Ysidra.
Autor: Miguel Cruz Tejada
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