La que fuera la gran dama de Nueva York, famosa por su enorme labor filantrópica en la ciudad de los rascacielos, sufrió durante sus últimos años de vida una fuerte enfermedad que le impidió estar al frente de su dinero. Es cuando su hijo, Anthony Marshall, comenzó a llevar sus cuentas y a desviar ciertos fondos para su bolsillo.
Tampoco compartía el amor de su madre pos los demás, y junto a su abogado, el también imputado Francis Morrisey, falsificaron la firma del testamento de Brooke Astor para eliminar las donaciones que la anciana hizo tanto al Museo Metropolitano como a
Según la acusación, Marshall también robó valiosas piezas de arte de la casa de su madre e incluso le obligó a vender varias propiedades alegando que tenían problemas de dinero.
El juicio celebrado entre septiembre y octubre de este año, ha sido uno de los más seguidos por la opinión pública neoyorquina. El desfile de testigos, amigos de Brooke Astor que quisieron declaran a favor de la anciana comprendía a gran parte de la alta sociedad americana, como Annette de
Brooke Astor murió en noviembre de
La gran dama de Nueva York, donó en vida cerca de 200 millones de dólares a distintas organizaciones de caridad e instituciones de la ciudad de Nueva York. Su nombre no se verá manchado por esta polémica, que se ha resuelto en los tribunales.
Algo parecido ocurrió años atrás en Nueva York, cuando en el año 2000, Anthony Marshall se convirtió en beneficiario de Elizabeth von Knapitsch, que falleció de alzhéimer y le dejó 11 millones de dólares.
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