NUEVA YORK/CATALINA JARAMILLO/EDLP — Ha pasado un año desde el día en que Laura Garza, una joven de 25 años nacida en México, salió a bailar y no volvió más. Su familia no se resigna a no saber nada de ella y la policía continúa la investigación sin éxito.
“Estamos investigando el caso, hoy y todos los días, pero no puedo decir nada más porque podría perjudicar los avances”, dijo a EL DIARIO/LA PRENSA Jan B. Golding, detective de la policía del Estado de Nueva York a cargo del caso.
la familia de Garza, que vive en Texas –donde Laura vivía hasta julio de 2008, cuando se mudó a Brooklyn— vino a Nueva York esta semana a dar una charla a estudiantes de Pace University que están intentando presionar a que resuelva el caso y a reunirse con los detectives que lo investigan, informó Awilda Cordero, activista de Emergency Rights, una organización comunitaria que ayuda a la familia.
“La mamá [Elizabeth Esquivel] dijo llorando que lo único que quiere es que encuentren a su hija y le entreguen su cuerpo. Lo mismo pidieron su hermano Iván y su tía Elizabeth”, contó Cordero. La familia no pudo hablar por estar viajando de regreso a Texas.
La familia de Garza estaba preocupada porque el 18 de enero Michael Mele, el principal sospechoso en el caso, tiene una audiencia para ver si se aprueba su libertad condicional. Sin embargo Cordero —que dijo haber estado presente en las reuniones de la familia con los detectives— informó que éstos tranquilizaron a la familia diciendo que no se le aprobará la libertad condicional, lo que significa que tendrá que esperar al menos otro año en prisión.
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