NUEVA YORK._ Una empleada de la Administración de Bienestar Infantil de la ciudad y madre afro americana (negra) de 30 años de edad e identificada por la policía como Lakisha Scriven, fue ejecutada en El Bronx de un balazo en la cabeza dentro de su vehículo y delante de sus dos hijas (5 y 8 años) cuando llevaba a las niñas a la escuela. Las autoridades dijeron que Scriven, al parecer, fue sorprendida por el pistolero que le dio un tiro en la parte posterior de la cabeza a plena luz del día. El asesino, según describieron las niñas, no cruzó palabra con la víctima y la abordó mientras el vehículo, una yepeta Ford Explorer, estaba estacionado cerca de la escuela.
Una de las menores dijo que un hombre malo había matado a su mamá y sus gritos de horror fueron escuchados por una vecina –Alicia Parker - que acudió a la escena para proteger a las hijas de Scriven.
La vecina dijo que lo único que podía entre sueños, era la palabra “¡mami!” y que luego de despertarse oyó a otra de las niñas hablando sobre el asesinato. Scriven fue ingresada en el hospital Jacobi donde murió a las 7:15 de la mañana, hora y media después de haber sido baleada.
La mayor de las niñas narró a la policía el suceso. Los investigadores dijeron que no hay un motivo todavía para justificar el asesinato de la empleada y que están tras la pista del homicida, pero las niñas dijeron que no recuerdan la fisonomía del asesino de su madre.
La ejecutada vivía en un edificio de apartamentos cerca de donde fue abatida. Vecinos la describieron como una mujer muy dulce.
Autor: Miguel Cruz Tejada
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