NUEVA YORK — El primer lunes hubo 16 personas arrestadas, el segundo 37 y ayer, en el último acto de desobediencia civil organizado por los mayores grupos pro-reforma de la ciudad, 56 personas fueron a la cárcel en protesta por la ley de Arizona y en demanda de una reforma migratoria.
Treinta y siete hombres y 19 mujeres, entre ellos líderes políticos, sindicales y religiosos, obstruyeron la calle Broadway frente a la sede de Inmigración en 26 Federal Plaza, en Manhattan.
Con sus brazos entrelazados cantaron “We shall overcome” (venceremos), una canción de protesta que se convirtió en el himno del movimiento de derechos civiles en Estados Unidos. Luego de leerles la ley, la policía procedió a esposarlos y a subirlos, separados por género, al camión policial.
“Es triste que tenemos que reunirnos a hacer esto, pero me da alegría ver que la gente está unida. Se me han salido las lágrimas tres veces ahorita”, dijo Diane Sanders, de la local 1199 de trabajadoras de salud, mientras veía a las mujeres cantando adentro del furgón.
Estela Vásquez, también de la local 1199, fue arrestada la semana pasada y cree que los actos de desobediencia civil son efectivos.
“Fue efectivo en la lucha de los derechos civiles, fue efectivo para obligar a compañías norteamericanas que retiraran inversiones en Sudáfrica, fue efectivo en obtener derechos para las mujeres, fue efectivo para obtener derechos para los homosexuales y lesbianas, por lo tanto es una lucha que tiene que ser escalada a todos los niveles”, justificó Vásquez.
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