martes, 8 de diciembre de 2009

Dos Super Tucano ya están volando hacia San Isidro

Santo Domingo.- Dos aviones Super Tucano, los primeros de una flotilla de ocho, partieron ayer de la planta de ensamblaje de la empresa Embraer, en Sao José Dos Campos, Brasil, con destino a la base aérea de San Isidro, donde se espera que lleguen en las próximas 48 horas.

Con la llegada de estos aviones, para lo cual se organiza una ceremonia de bienvenida encabezada por el presidente Leonel Fernández, la República Dominicana pasa a formar parte del grupo de naciones que ha adquirido estos aparatos para la lucha contra el narcotráfico, el contrabando y la inmigración ilegal en América Latina.

Las dos aeronaves vienen piloteadas por oficiales de la Fuerza Aérea Dominicana (FAD), acompañados de dos técnicos brasileños. Despegaron a la 1:30 de la tarde de ayer de Sao José Dos Campos, una ciudad que pertenece al Estado de Sao Paulo y que está distante unos 45 minutos en autobús de la metrópolis.

La ruta que toman los aviones no ha sido revelada, ni tampoco la identidad de los pilotos dominicanos, por razones de seguridad.

El pasado viernes, en una ceremonia celebrada en los hangares de la empresa fabricante, los ejecutivos de Embraer firmaron con el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Pedro Rafael Peña Antonio, los documentos de traspaso de propiedad de los dos Super Tucano a la República Dominicana.

Alta tecnología
Una vez cumplido el procedimiento, había que esperar la autorización del gobierno de los Estados Unidos para el vuelo de las aeronaves, en razón de que poseen tecnología altamente reservada que está vedada para los países a los cuales el gobierno del presidente Barack Obama considera peligrosos.

“Defi nitivamente, los aviones ya despegaron y están en vuelo hacia el país y los esperamos en menos de cuarenta y ocho horas en San Isidro”, dijo una fuente militar al LISTÍN DIARIO.

No se tienen detalles de la ceremonia, ni el día ni la hora, para el recibimiento formal de los aviones, lo que le permitirá al país tener autonomía propia para detectar y detener cualquier avión que intente violar el espacio aéreo nacional.

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