lunes, 12 de septiembre de 2011

“El estigma del 9/11 nos marcó para siempre”, expresa dominicana perdió esposo.

Autor: Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK/Elnuevodiario.- Milly Cabrera, una madre dominicana que junto a sus hijos perdió a su esposo Pedro Francisco Checo, asegura que ella y su familia han quedado marcados para siempre por el estigma del 11 de septiembre del 2001. Cabrera, quien fue una representante de las familias que leyeron los nombres de las casi 3.000 víctimas en la ceremonia de los 10 años de recordación, celebrada ayer domingo en la Zona y encabezada por el presidente Barack Obama y el ex presidente George W. Bush, expresa que la desaparición de su compañero sentimental, sin embargo, le ha dado fuerza y valor para criar a los dos hijos de la pareja.

Entre sollozos y el amargo recuerdo de la tragedia, dice que salir adelante sola para levantar la familia sin padre, no le ha sido fácil. “Yo sé que la gente quiere que una se olvide de lo que pasó hace 10 años”, añade. “Es difícil, porque hay muchas cosas que se han dejado de hacer, pero en mi imaginación, quienes se olvidan del 11 de septiembre alegando que eso ya pasó, es como si estuvieran llamando otra desgracia”.

La vida de la madre dominicana ha enfrentado múltiples dificultades desde que Checo desapareció para siempre y cuyos restos nunca fueron encontrados. Sostiene que el fantasma de ese día la persigue cada día y noche.

“Nosotros quedamos marcados con un estigma que nos mira y tenemos el 11 de septiembre clavado o escrito en el pecho”, agregó. Los hijos de Checo y Cabrera, Julian y Jason, tenían sólo 9 meses y 6 años de edad para la trágica fecha.

A partir de ahí, sus vidas cambiaron por siempre. “Nada más necesito criar a mis hijos con una enseñanza en la que no se desarrollen con rencor ni malicia”, sostiene Cabrera que en el momento del ataque trabajaba en una sucursal de Long Island de Apple Bank.

Aunque parte de la familia de su esposo no le dieron apoyo, agradece a la Fundación Children Childrens 9/ 11, dedicada a respaldar los hijos de las víctimas y que le dio un gran apoyo a ella y sus hijos. “Ellos han sido para mí como una salvación, porque cuando perdí a mi esposo, también perdí el apoyo de su familia”.

Explica que vio esa institución como un escape, porque no hubiera podido llevar a sus hijos a otras entidades. En Children Childrens 9 / 11 los niños hijos de víctimas, heridos y afectados por el ataque reciben terapia, entrenamientos, actividades recreativas, deportivas y culturales.

Jason, el hijo de Cabrera y Checo y que ahora tiene 16 años de edad, sostiene que disfruta el estar en la entidad.

Fran Forman, una de las trabajadoras sociales de la organización explica que la misión es la de mantener el apoyo y seguridad de los hijos de los muertos y sus familias.

Para la madre dominicana, el gran legado de Checo es el de haber sido un buen esposo y padre. Y lo recuerda porque siempre tenía una sonrisa a flor de labios.

Ella vive ahora en La Florida y cada septiembre viene a Nueva York para estar presente en las ceremonias de conmemoración del ataque y que sus hijos puedan disfrutar del campamento de verano que ofrece Children Childrens 9 / 11.

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