Nueva York /Manuel Avendano/EDLP— Las cosas sucedieron a tanta velocidad que el bebé no esperó siquiera por atención médica y nació en pleno suelo cuando su madre se tendió en la alfombra y dio a luz allí, a las 11:45 a.m. de ayer, a la entrada del hospital Bellevue de Manhattan.
“No podía aguantar más”, nos dijo emocionada anoche Delfina Cielo, en su cama de hospital, horas después de protagonizar un inusual parto que causó una mezcla de sentimientos entre los pacientes que entraban y salían ayer del Bellevue, ubicado en la Primera avenida y la calle 28.
La mexicana sostenía en sus brazos al pequeño Diego mientras narraba su espectacular parto.
“Sentí los dolores desde las siete de la mañana y vine desde Queens en un taxi”, recordó Cielo, quien estaba acompañada en ese momento por el padre del bebé, Fernando Pérez.
Un paciente que salía de una cita se percató del estado de la mujer y se detuvo.
“Comencé a llamar a seguridad, pedí silla de ruedas, camilla y la gente comenzó a juntarse”, relató Adam González, fotógrafo y paciente del hospital.
Había apenas atravesado el umbral de la entrada principal cuando varios hispanos se acercaron a ayudarla.
Remigio Rivera, un puertorriqueño que trabaja en el departamento de alimentos y cocina del Bellevue, relató: “Le dije que se echara en el suelo y apenas lo hizo el bebé salió. Cuando llegó la camilla, ya el niño había nacido”.
De inmediato, el padre se quitó la camisa para cubrir a la mujer, alguien más trajo una cobija y arropó a la criatura.
Otra paciente, Angela Rodríguez, levantó al bebé y fue la primera en cargarlo para luego entregárselo a la madre, aún con el cordón umbilical conectado.
“No podía aguantar más”, nos dijo emocionada anoche Delfina Cielo, en su cama de hospital, horas después de protagonizar un inusual parto que causó una mezcla de sentimientos entre los pacientes que entraban y salían ayer del Bellevue, ubicado en la Primera avenida y la calle 28.
La mexicana sostenía en sus brazos al pequeño Diego mientras narraba su espectacular parto.
“Sentí los dolores desde las siete de la mañana y vine desde Queens en un taxi”, recordó Cielo, quien estaba acompañada en ese momento por el padre del bebé, Fernando Pérez.
Un paciente que salía de una cita se percató del estado de la mujer y se detuvo.
“Comencé a llamar a seguridad, pedí silla de ruedas, camilla y la gente comenzó a juntarse”, relató Adam González, fotógrafo y paciente del hospital.
Había apenas atravesado el umbral de la entrada principal cuando varios hispanos se acercaron a ayudarla.
Remigio Rivera, un puertorriqueño que trabaja en el departamento de alimentos y cocina del Bellevue, relató: “Le dije que se echara en el suelo y apenas lo hizo el bebé salió. Cuando llegó la camilla, ya el niño había nacido”.
De inmediato, el padre se quitó la camisa para cubrir a la mujer, alguien más trajo una cobija y arropó a la criatura.
Otra paciente, Angela Rodríguez, levantó al bebé y fue la primera en cargarlo para luego entregárselo a la madre, aún con el cordón umbilical conectado.
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