NUEVA YORK._ Según los testigos de la dura pelea, las intenciones del perro de la raza “Husky” que pesa 120 libras, eran las de comerse al niño afro americano Kamrin Kendall de 3 años, pero su padre – Jeremias Kendall de 32 – no lo pensó dos veces y cuando vio que peligraba la subsistencia de su vástago, se abalanzó a manos limpias contra el can, desatándose una fiera batalla entre el hombre y el animal. Durante la confrontación, el “Husky” no demostró que los perros sean realmente los “mejores amigos del hombre” y el propietario de la mascota identificado por la policía como Luis Delez de 23 años de edad, no hizo nada por detener el ataque contra el niño. Fue arrestado y acusado de conducta temeraria.
“Me sentí como un Superman”, relató el padre cuando notó que la vida de su hijo estaba en eminente peligro y el dueño del canino no hacía nada para evitar la agresión. El perro de color blanco fue remolcado por agentes del Centro de Control y Cuidado Animal donde está recluido. Expertos evalúan al perro para determinar si merece que se le aplique la eutanasia (muerte por inyección) y sacarlo de circulación.
El menor fue ingresado en la emergencia del hospital Lincon con profusos cortes en la cabeza y la cara. Testigos dijeron que el progenitor, propinó patadas y trompadas al perro en la cara, hasta que lo dejó inconscientes, mientras el animal, pugnaba por írsele encima.
A pesar de sus esfuerzos, no pudo evitar que el perro lesionara visiblemente al niño. Kendall, que reside en Hunts Point (El Bronx) caminaba por calles del sector junto a su familia, cuando la “locura” se apoderó del perro.
La policía no acusará al hombre por crueldad animal.
Autor: Miguel Cruz Tejada
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