NUEVA YORK/ JOSE ACOSTA/EDLP— Un ambiente de preocupación e incertidumbre se vivía ayer entre los trabajadores del volante de la base de Yonkers Mexicana Taxi Service, tras el asesinato de un disparo en la cabeza de uno de sus compañeros, el taxista mexicano Pericles Salas.
Salas, de 32 años, fue encontrado inconsciente en su taxi sobre las 4:40 a.m. de ayer, cerca del cruce de las avenidas Ramsey y Jessamine. Era casado y padre de una niña de 5 años.
El taxista colombiano Juan Zapata, quien lleva ocho años trabajando en Mexicana Taxi Service, dijo que todos en la base están preocupados y le están pidiendo a las autoridades de Yonkers que atrapen cuando antes al homicida.
“Nos sentimos desamparados aquí en Yonkers. Muchas veces, cuando nos vemos amenazados, reportamos a la base un 13, que es la clave de que corremos peligro, pero muchas veces la base no responde”, dijo Zapata. “Nos toca a nosotros enfrentar la situación solos, porque no tenemos comunicación directa con la policía”, agregó.
Mateo Morel, quien también lleva ocho años trabajando para Mexicana Taxi Service, dijo que el turno más peligroso es el de la noche.
“Nosotros estamos pidiendo que haya más comunicación entre las bases y las autoridades, de modo que a los taxistas le den una clave con la cual puedan comunicarles a la policía que se encuentran en peligro”, agregó.
Las regulaciones de la Comisión de Taxis y Limusinas del condado de Westchester y de la ciudad de Yonkers no exigen a los taxistas poner la partición antibala ni la cámara fotográfica de seguridad, como ocurre en la ciudad de Nueva York.
lunes, 31 de agosto de 2009
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