viernes, 28 de agosto de 2009

Infidelidad por internet...


Muchos consideran que por Internet no se puede ser infiel, que el coqueteo virtual no pasa de ser un simple juego… pero esto en verdad no es tan así.

La red es actualmente un medio más que habitual para conocer personas y las charlas que comienzan como un mero divertimento en ratos de abulia pueden terminar en relaciones de pareja, sexuales o de intenso amor.

Relacionarse con el otro por internet implica que la imaginación vuele y hace que cada cual idealice en el otro a su hombre o mujer ideal. Por otra parte permite desplegar todo el arsenal de seducción sin limitaciones; el que no haya un contacto físico directo favorece una mayor soltura y seguridad.

Por otra parte hay que tener en cuenta que cada cual muestra por la red lo que desea que los otros vean. Esta fantasía puede resultar tan atractiva que vemos nuestra vida como aburrida y carente de pasión, también está el hecho de que el anonimato y la distancia generan el despliegue de intimidades sin limitación alguna.

Las personas pueden llegar a decir o hacer cosas que nunca harían de encontrarse cara a cara; la fantasía, el morbo y la posibilidad de salir de la situación con un simple clic permiten que se abra un universo de posibilidades en el mundo virtual.

Los affaires por la red llevan implícitos un alto contenido erótico y sexual así como deseos y pensamientos que suceden en cualquier relación normal; es por ello que en sí mismas significan una infidelidad. Cuando alguien nos ha flechado virtualmente, pensamos y codiciamos a esa persona de la misma forma que si el encuentro se hubiera producido de forma tradicional.

Naturalmente cuando alguien resulta interesante vamos a querer seguir estando en contacto, y a medida que pasa el tiempo la necesidad de “chatear” con esa persona se hace incontrolable, para luego dar paso a las intensas ganas de conocerse y concretar todo lo que uno vino imaginando.


Esta ansiedad, sumada a la idealización que -como les dije más arriba- acontece en los encuentros virtuales, puede recrear el espejismo de la pareja ideal. Podemos creer que del otro lado tenemos al compañero/a de nuestros sueños y por ende despreciar a quien está a nuestro lado físicamente.

El arriesgar la relación por el nuevo amor que se ha encontrado por la red es peligroso, ya que como vimos es probable que esa persona no sea tal como se ha mostrado o bien puede superar cualquier expectativa y ser realmente nuestra media naranja.

Por ello, cuando se está en una buena relación y estable, antes de sumergirse en este mundo “para pasar el rato” hay que pensarlo dos veces ya que si algo nos gusta es difícil poner un freno, y podemos toparnos con personas irresistibles capaces de poner nuestro mundo de cabeza.Fuente:sexologia.net

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