Las mentiras tienen piernas cortas dice el dicho… que por cierto es del todo válido, ya que tarde o temprano las faltas a la verdad saltan a la luz.
Cuando una persona miente el lenguaje verbal discrepa del físico, es por ello que si entrenamos el ojo podremos detectar a los mentirosos. Si quieren pescar a su chico en una mentira y no pasar de ingenuas, presten atención a este post.
Los mentirosos muestran sus emociones de forma tardía, por ejemplo la expresión de asombro se da más tarde de lo normal, dura mucho más tiempo y se detiene de forma brusca.
Los gestos no concuerdan con lo que expresa. Al decir te quiero de forma sincera el rostro y los ojos acompañan este sentimiento, en cambios cuando el que lo dice está fingiendo por más dulces que sean sus palabras tendrá cara de indiferencia o expresividad forzada.
Las emociones sinceras se expresan con todo el rostro, en cambio cuando son fingidas se muestran solo con la boca mientras que el resto de la cara permanece inmutable.
No dan muchas explicaciones sobre sus acciones y siempre toman una postura defensiva.
Quién miente no siempre encara a quien lo interroga, por ello esquivan la mirada llevando sus ojos a la derecha, bajan la vista, pestañean varias veces o miran hacia otro lado.
Cuando un mentiroso está desplegando su mentira en una conversación, suele de forma inconsciente interponer objetos entre él y quien lo interroga. También puede intentar cambiar de tema con insistencia.
Quién miente no gesticula demasiado, mueve poco sus brazos, manos y cejas. Pero se tocan mucho la cara, la garganta y la boca.
Cuando responden a una pregunta usan las mismas palabras con las que está compuesto el interrogante.
No le pone énfasis a sus palabras, como si le diera el mismo valor a todo lo que dice.
Da muchas vueltas para decir una sola cosa, usa gran cantidad de palabras para decir frases que bien pueden resumirse en 2.
Resumiendo chicas hay que observar, escuchar a nuestra intuición y estar atentas a esa vocecita interior que nos grita la verdad sobre el mentiroso que tenemos enfrente.Fuenye:sexologia.net
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