Pekín/DPA .- Alrededor de dos tercios de los órganos trasplantados en China proceden de prisioneros ejecutados, pese a los esfuerzos del gobierno por consolidar un sistema público de donaciones y evitar así la dependencia de las ejecuciones, los abusos y casos de corrupción, informa hoy el diario "China Daily".
El viceministro de Salud chino, Huang Jiefu, dio muestras de una franqueza poco habitual, cuando sostuvo que en torno al 65 por ciento de los órganos son extraídos a presos ejecutados, lo cual, consideró, "no es una fuente apropiada para el trasplante de órganos", cita el rotativo a Huang.
El viceministro aseguró que se respetaban los derechos de los condenados a muerte y añadió que se requiere el consentimiento por escrito. Pero el cirujano jefe para trasplantes en el hospital Huashan en Shangai, Qian Jianmin, denunció también abusos. En el actual proceso de asignación "puede producirse corrupción", indicó citado por el periódico.
"Algunos ignoran los procedimientos legales en lo que a la donación de órganos respecta y obtienen con ello grandes ganacias". Receptores de órganos pagan entre 100.000 y 200.000 yuanes (entre 10.000 y 20.000 euros/15.000 y 30.000 dólares aproximadamente).
Alrededor de un millón de personas necesitan en la actualidad un órgano. Sin embargo, sólo un uno por ciento tiene opción de conseguirlo, según se desprende de las estadísticas oficiales.
Bajo dirección de la Cruz Roja y con la ayuda del Ministerio de Salud se pondrá ahora en marcha un proyecto piloto para constituir un sistema de donaciones en diez provincias y en grandes ciudades.
El proyecto aspira a mejorar la disposición tradicionalmente reducida a donar órganos en la sociedad china. La asignación de los órganos se regirá por unos principios sólidos y contará con una mayor supervisión, informa el diario chino publicado en lengua inglesa.
Asimismo, se creará un fondo para respaldar económicamente a los más desfavorecidos que necesitan un trasplante. Debido a la gran demanda desde 2006 la donación de órganos de personas vivas ha aumentado en un 40 por ciento, aunque supone sólo un 15 por ciento del total, señala el "China Daily".
De acuerdo con una ley de 2007, las donaciones de personas vivas sólo están permitidas cuando se trata de familiares y cónyuges. Sin embargo, según algunas informaciones, intermediarios falsifican documentos para simular consanguinidad.
Organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos acusan a China desde hace tiempo de abusar del uso de órganos de ejecutados. En China son ajusticiados más prisioneros que en todo el resto de países del mundo juntos. El número es un secreto de Estado, aunque la fundación estadounidense Dui Hua, que defiende los derechos de los presos en China, afirma que en la actualidad alrededor de 5.000 condenados son ejecutados cada año.
El empleo de la pena de muerte en China ha disminuido en los pasados años, pero continúa aplicándose en 68 tipos de delitos, entre ellos también infracciones no violentas.
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