viernes, 25 de noviembre de 2011

Lee este cuento para tus hijos{La Cenicienta}

La Cenicienta/Fuente:Cuentacuentos

Pues señor, esto era un hermoso país en el que había un matrimonio muy feliz porque acababan de tener una hija preciosa, pero esta felicidad no duró demasiado. Siendo aún muy pequeña la tristeza invadió por completo su hogar al morir la madre.

El padre trató de sobreponerse prodigando toda clase cuidados a su hijita. Fueron pasando los años, y lo único que preocupaba al padre es que la pequeña creciese sin conocer el amor de una madre, y esto fue precisamente lo que le impulso a contraer nuevo matrimonio.

Se casó con una viuda madre de dos hijas de la misma edad de la suya.

Pasaron más años y también murió el padre de la niña, y su madrastra empezó a demostrar una gran antipatía por la pobre huérfana, quien pronto se vió transformada en la sirvienta de su hogar. Con tanto trabajo como la daban, no tenía tiempo de arreglarse ni de lavarse siquiera, por eso siempre iba manchada con la ceniza de la lumbre y de ahí, que la llamaran Cenicienta.

-¡Cenicienta, arregla las camas!
-¡Cenicienta, barre nuestra habitación!
-¡Vamos, vamos, que también tienes que dar de comer a las gallinas!
-¡Y a los cerdos!
-¡Date prisa, no seas holgazana!

Pobre Cenicienta, todo el trabajo era para ella; y como era tan buena y dulce procuraba complacerlas en todo.
Un día, un suceso inesperado inundó de alegría y agitación a todo el reino. El príncipe iba a dar una gran fiesta en su palacio, y ordenaba que se presentasen a ella todas las jóvenes del reino, ya que entre ellas había de elegir a la que sería su esposa, convirtiéndola en princesa.


¡Qué trajín en casa de Cenicienta! Sus dos hermanastras, que se creían muy hermosas, estaban dispuestas a ser ellas las elegidas por el príncipe.
-Cenicienta, cóseme estas lentejuelas en mi vestido de terciopelo negro.
-Antes cóseme a mí el mío, que para eso soy la mayor.
_Pero entonces......yo no voy a tener tiempo de vestirme para ir a la fiesta.........
-Pero...¡Cómo quieres ir tú! ¡Si no tienes nada que ponerte!. ¿Acaso quieres hacer quedar en ridículo? Además tienes que dejar bien limpia toda la casa. Así que ya puedes preparar los vestidos de las niñas, ¡y si hace falta, los terminaras durante la noche!
Al día siguiente, la madrastra y sus dos hijas, luciendo todas sus galas, llenas de lazos y afeites, se dirigieron hacia el palacio del príncipe. Cenicienta quedó sola y llena de tristeza, pero en ese momento.......
-Cenicienta.....
-¿Quién sois?
-Cenicienta, soy tu hada madrina, y desde el país de las hadas he venido para consolar tu aflicción; Deseo que seas feliz y que tengas todo cuanto por tu bondad te mereces. Por la crueldad de tu madrastra y de sus ridículas hijas me he visto obligada a intervenir. ¿De verdad deseas ir al baile del príncipe?.
-Sí madrina, pero no tengo nada que ponerme, y ya es demasiado tarde.
-Vamos a ver cómo podemos arreglarlo.........
El hada pasó su varita, salpicando de estrellitas el andrajoso vestido que llevaba Cenicienta.....al instante quedó convertido en un deslumbrante vestido de baile.
-Veamos qué podría servirnos...........ah! Una calabaza.

Y al instante la calabaza se convirtió en una hermosa carroza, y los seis ratones que miraban atónitos todas aquéllas maravillas, con otro toque, se convirtieron en seis enjaezados y relucientes corceles, y el gato se volvió cochero, y el perro se transformo en un apuesto lacayo.
-Toma también estos zapatos de cristal, pero te daré un consejo, todo cuanto te he dado, solo podrás usarlo hasta media noche, cuando sean las 12, todo volverá a ser como antes, sólo estos zapatos te quedarán como recuerdo, ahora vete al palacio y disfruta de esta noche.

Así Cenicienta, empezó a vivir el más hermoso sueño de su vida. Entretanto en Palacio, se celebraba la fiesta, los salones estaban adornados con sus más hermosas galas. El palacio se encontraba lleno de jóvenes muchachas que suspiraban por una mirada del príncipe, pero el príncipe se hallaba tremendamente aburrido, más cuando vió entrar en el salón a Cenicienta, tan hermosa, quedó al instante prendado de ella, y le pidió que le concediese un baile, y Cenicienta bailó y bailó, y bailó muchas veces con el príncipe. No se separó de ella en toda la noche, causando la envidia, la curiosidad y el mal humor de todas las asistentes. Nadie sabía quién podía ser, ni siquiera su madrastra y sus hijas, reconocieron en aquella joven tan bella, tan elegante y tan delicada a Cenicienta. Ella y el príncipe pasaron la noche más hermosa de sus vidas. De pronto, en lo alto de una torre, el reloj comenzó a dar las 12 campanadas. Cenicienta recordó lo que le había dicho el hada, y separándose del príncipe corrió y corrió escaleras abajo.
-¡Espera, no te vayas! ¡Espera, por favor, ni siquiera sé tu nombre!
Corriendo por las escaleras, Cenicienta perdió uno de sus zapatitos de cristal. A la mañana siguiente, todo el reino sabía que el príncipe quería casarse con la bella desconocida, y para encontrarla, mando a uno de sus ministros casa por casa, probando a todas las jóvenes del reino el pequeño zapato de cristal. Aquella que pudiese calzar tan pequeño zapato sería la elegida del el príncipe.
-¡Vamos, vamos niñas! ¡Arreglaros bien que el embajador está al llegar!........Cenicienta, quédate en la cocina y no te muevas de allí.
-¡El embajador.....!
-Pruébemelo a mi primero...........Apretad, apretad, que ya falta poco.......¡Ahhhh!
-Me temo que sobra pie por todos sitios. A ver vos........
-¡Uihhhh!
-Perdonad por haberos dejado los dos dedos fuera, pero no cabían más......Señora....¿No tenéis otra doncella en la casa?
-Sólo tengo estas dos hijas....
-Sí porque Cenicienta.......
-¡Calla!

-Acaso hay alguien mas? ¿Sabéis que el príncipe ha ordenado que se le prueba a todas las doncellas sin excepción? ¿No queréis contradecir las órdenes del príncipe?
-¡Oh, no no! Claro que no.......¡Cenicienta! ¡Cenicienta!
-Decidme, ¿qué deseáis?
-El señor embajador esta empeñado en que tu también te pruebes el zapato.
Cenicienta se sentó recogiéndose graciosamente los andrajos de su falda, dejando asomar su pie diminuto y bien formado.....
-Tomad mi pie....



-Se ajusta perfectamente.....¡Es ella!
-Si y tengo el otro también.
-¡Imposible! ¡No puede ser!
El ministro hizo escoltar a Cenicienta hasta el palacio. El príncipe la tomó de las manos y dijo:
-¿Por qué te habías ocultado? No veis que yo no puedo vivir sin vos...........
-Cuando dieron las 12 sentí tanto miedo temía que me vierais así.....
-¿Creíste que iba a importarme? Bueno no pensemos más en ello, ahora estáis aquí y no volveremos a separarnos.....¿Querrás casarte conmigo?
-Claro que si, yo siempre estuve enamorada de vos, pero vos sois el príncipe, y ahora todo esto es como un sueño....
Y así Cenicienta se caso con el príncipe convirtiéndose en princesa; Y fueron muy felices y comieron perdices, y a nosotros nos dieron con un plato en las narices.

FIN

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