¿La joroba? ¿He dicho la joroba? Debí decir las jorobas del camello, pues el camello (Camelus bactrianus) tiene dos jorobas, y el dromedario (Camelus dromedarius) solamente una. Pero para el tema que nos ocupa, la joroba y su función, da igual el número.
Ambas especies han evolucionado en entornos semi-desérticos y se han adaptado asombrosamente a los cambios de temperatura extremos y a la falta de agua.
¿Cómo? Pues almacenando la mayor cantidad posible de agua y minimizando su pérdida.
Aunque necesitan muy poca agua si su dieta regular incluye hierbas ricas en humedad, en caso de necesidad pueden beber unos 100 litros de agua en apenas 10 minutos y almacenarla… ¿en la joroba?… ¡no!… en el torrente sanguíneo.
Así es, aunque la creencia de que almacenan agua en las jorobas está bastante extendida, no es cierta. En las jorobas acumulan su tejido graso como depósito alimenticio, lo concentran ahí y no lo distribuyen por todo el cuerpo como otros animales. ¿Y esto por qué?
Pues por varias razones.
La joroba, situada en el lomo del animal, es un gran depósito de grasa que actúa como aislante o escudo frente a los rayos solares, principalmente del fuerte sol del mediodía que cae de plano sobre la esbelta figura del animal (de configuración estrecha y vertical para ofrecer menos superficie en su parte superior).
Si la grasa de la joroba estuviese repartida proporcionalmente en todo el cuerpo le sería muy difícil evitar la sudoración y la pérdida de agua. Y todo su metabolismo está enfocado en ese sentido.
Estos animales tienen una tolerancia de unos 6º C en su temperatura corporal, lo que significa que no transpiran hasta que alcanzan los 41º C, temperatura que pueden mantener sin molestias. Y cuando sudan, lo hacen por el reducido espacio corporal de la joroba.
Pueden soportar una deshidratación severa que suponga una pérdida de peso del 25% al 40% de su masa corporal (prácticamente lo correspondiente a las jorobas). Por ello, cuando un camello usa la grasa de su joroba para su subsistencia, ésta mengua y se presenta flácida, llegando a colgar lateralmente.
Pero ¿cómo acumulan agua en el torrente sanguíneo?
Acumular tanta agua causaría problemas osmóticos muy graves a otros animales, pero el camello puede hacerlo porque su estómago y sus intestinos la absorben de forma muy lenta favoreciendo el equilibrio. Su plasma sanguíneo aumenta su proporción de agua y sus glóbulos rojos se hinchan hasta el 240% de su tamaño normal sin romperse. Conforme se consume el agua y la sangre se espesa, los hematíes pequeños y ovalados (que también han disminuído en tamaño) pueden seguir circulando en un medio más viscoso.
Nota sabia: Sus riñones son capaces de concentrar considerablemente su orina para evitar pérdida de agua, llegando a espesarla como jarabe. Incluso, cuando el calor es extremo, el camello prescinde de sus riñones y envía el material de desecho por su sistema digestivo, eliminándolo con sus defecaciones secas, evitando orinar casi por completo.
Nota sabia: Los camellos pueden extraer agua de sus heces hasta tal punto que pueden ser utilizados como combustible nada más defecar.
Nota sabia: Los beduinos le llaman en su lengua Ata Allah, ‘regalo de Dios’, ya que además de montura y animal de carga, también da leche muy nutritiva, su pelaje se usa para elaborar prendas y también se come su carne.Fuente:www.sabercuriso.com
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