NUEVA YORK — La mañana de ayer Erica Lorenzo, mexicana de 34 años, llevaba a su hijo Maximiliano Méndez, de 6, a sus clases de natación en la piscina de El Barrio, cuando una grúa de MTA los atropelló a ambos.
Lorenzo, embarazada de un niño de 7 meses, dijo que estaba en la acera esperando la luz para cruzar la avenida, cuando vio que la grúa que estaba detenida en la acera al lado de ellos se les venía encima.
“Estábamos en la acera. El carro caminó sobre la acera. Yo vi que el chofer venía hablando por teléfono y mirando para el otro lado”, relató Lorenzo en la tarde de ayer desde su departamento en El Bronx.
Según sus palabras, ella tenía a su hijo de la mano y sintió un fuerte golpe en el lado derecho de su cuerpo, lo que la botó al suelo y la obligó a soltar al niño.
“Es mentira que yo solté al niño, yo lo tenía de la manito”, reiteró Lorenzo, que es enfermera.
Cuando despertó de un desmayo, contó Lorenzo, vio a su hijo en el suelo partido en dos y desde entonces supo que no viviría. Ambos fueron trasladados al Hospital Harlem y ella fue dada de alta a media tarde. Sólo tenía una herida en la rodilla derecha y algunos moretones.
La policía informó que el accidente ocurrió a las 9:06 a.m. en la esquina de la calle 124 y la Segunda avenida en una rampa en la entrada al puente Robert F. Kennedy, antes conocido como Triborough Bridge y fue causado por una grúa de la Administración Metropolitana de Transportes (MTA).
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