miércoles, 31 de agosto de 2011

El día que sepultó su cumpleaños feliz.

Silvina Sterin Pensel para EDLP

El 11 de septiembre de 2001, Ivonne Torres desconocía qué estaba ocurriendo. Por su mente sólo pasaba una cosa; cómo sería la celebración de su cumpleaños.

"Me levanté temprano. Estaba entusiasmada y fui contenta a la escuela, esperando que todos me felicitaran", comenta Ivonne recordando aquél día 11, cuando cumplía 11 años.

Con calma, relata que la primera parte de la mañana transcurrió tranquila, cada alumno sentado en su pupitre, como siempre. Pero de pronto, añade, se hizo evidente que algo sucedía. Chispazos del caos y el horror que se vivían en Bajo Manhattan también salpicaron su colegio, el P.S. 72 ubicado en la calle 104 y Lexington.

Ese martes, no hubo celebración para la muchachita. "Las maestras tenían caras angustiadas y todos los estudiantes bajaban rápido pero yo seguía pensando que era una sorpresa y que mi mamá había traído un bizcocho para que todos mis compañeros me agasajaran en el salón principal. Al final de las escaleras me recibió mi mamá, me tomó fuerte del brazo y me dijo: ‘algo paso Ivonne, vamos ya mismo para la casa’".

"No recuerdo un día más triste, mientras veíamos las noticias me puse a llorar desconsolada", afirma. "Era una niñita llena de miedo pero sí entendía que los ataques eran una venganza contra Estados Unidos. Esos países de medio oriente, por algo que les hicimos, querían vengarse. Ahora lo veo más claro".

Los atentados impactaron fuertemente la vida de Ivonne quien, a partir de lo sucedido, decidió hacer un cambio: "El 9/11 para mí es sagrado y me sentía mal relajando, era como faltarle el respeto a tanta gente que sufre y que ha perdido familiares. Ya no festejo mi cumpleaños el 11, ahora lo celebro el 12 de septiembre".

Su tránsito por la adolescencia coincidió con esta década marcada por la guerra contra el terrorismo, los prisioneros de Guantánamo, abultados presupuestos de Defensa y miles de vidas perdidas en Irak y Afganistán. "Cuando asesinaron a Osama Bin Laden sentí una gran tristeza porque yo fui criada como católica y no estoy de acuerdo en pagar la violencia con violencia; no creo que se haya ganado nada con matarlo", afirma con convicción.

Desde los atentados, supo a qué se dedicaría en el futuro y estudia justicia criminal en el John Jay College. "Me gustaría poder hacer una diferencia y modificar las cosas que no funcionan bien." Sus planes para este próximo 9/11 también están bien delineados. "Voy a ver los homenajes y al día siguiente me juntaré con mi familia para celebrar mis 21 años".

Desde los atentados decidió dos cosas: Jamás volvería a celebrar el 11 y se dedicaría a estudiar justicia criminal.

No hay comentarios: