jueves, 26 de noviembre de 2009

Triste celebración para ecuatoriana.


Bayshore, Suffolk/Especial para EDLP — Rosa Cárdenas, originaria de Cuenca, Ecuador, dice que el Día de Acción de Gracias es un día muy triste para ella ya que lo pasará lejos de los cuatro hijos que dejó en su país y a los que no les puede mandar dinero porque está desempleada. Cárdenas, de 46 años, que reside en el pueblo de Bayshore en el condado de Suffolk, Long Island, explica que la mala economía la dejó sin calefacción este invierno, ya que se quedó sin empleo el año pasado. Ahora, se ve obligada a usar la cocina para mantenerse caliente mientras guarda la esperanza de conseguir trabajo.

“Compro el periódico pensando en encontrar un trabajo”, aseguró. “Me siento tan deprimida en esta semana de Acción de Gracias busco y busco trabajos y no encuentro ninguno”, se lamentó.

Su esposo trabaja en limpieza en la bahía de Bayshore, pero su salario de $300 por semana, no es suficiente para hacer frente a todas las necesidades de la familia.

Rosa pasará el Día de Acción de Gracias en la casa de unos familiares de su esposo y con un hijo de 7 años que vive en Estados Unidos.

Sin embargo, Cárdenas, quien llegó a este país hace 7 años y tuvo que abandonar a sus cuatro hijos en Ecuador, lamenta que no estén junto a ella, sobre todo este año que no ha podido enviarles ni un solo centavo.

“Extraño tanto a mi madre y no ver a mis hijos crecer es muy triste”, señaló la ecuatoriana con lágrimas en sus ojos.

Como Cárdenas, muchas familias hispanas están atravesando por momentos difíciles en Long Island debido a la recesión económica y el alto desempleo.

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