En post anteriores vimos que las grasas de laboratorio son compuestos miméticos, osea partes naturales de los alimentos pero que fueron sometidas a cambios dentro de un laboratorio.
Es por ello que surge el interrogante sobre cuáles son los efectos que genera su ingesta, ya que bien sabemos que todo lo que no es natural muchas veces no resulta tan bueno como lo publicitan.
En este sentido la Asociación Americana de Dietistas aclara que mientras se los use de forma moderada son seguros y eficaces para colaborar en los tratamientos de reducción de peso. Pero aclara que las comidas elaboradas con éstos no pueden ser ingeridas sin límites, sino que solo tienen que formar parte de un plan alimentario equilibrado y no comprender la totalidad del mismo.
Solo son meros sustitutos de aquellas comidas ricas que no se pueden disfrutar muy seguido, por el alto aporte calórico que representan.
En cuanto al aspecto negativo de las grasas de laboratorio se ha concluido que las procedentes de carbohidratos y la olestra, consumidas en gran medida, pueden acarrear malestares digestivos, diarreas y cólicos.
Por otro lado recalcan que la olestra limita la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, K, E) y carotenoides; es por esta razón que los alimentos que la contienen advierten en la etiqueta sobre el contenido extra de vitaminas liposolubles que se agregan a los productos para compensar el accionar de esta sustancia.Fuente:nutricion.pro
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