SANTO DOMINGO. Uno de los testigos a cargo del Ministerio Público en el conocimiento de la acusación en contra de los 27 implicados en la matanza de Paya reveló que fue invitado a una de dos reuniones donde fue planificada la macabra acción, relacionada con un presunto tumbe de 1,300 kilos de cocaína.
La solicitud de apertura a juicio es conocida por el juez del Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Román Berroa Hiciano.
El ex capitán de Corbeta de la Marina de Guerra, Robert Peña Valdez, narró que fue invitado por su hermano, el imputado y ex coronel Miguel Peña Figuereo a participar en dos reuniones con los marinos que están involucrados en las siete ejecuciones de Paya.
La primera reunión fue realizada en Villa Altagracia y la segunda en una finca propiedad de Luis de Jesús Lara Martínez, en Baní.
El testigo explicó que este encuentro se originó la noche del 3 de agosto del año pasado, un día antes de ocurrir el sonado crimen, relacionado con el bajo mundo.
Según sus palabras, tuvo participación Lara Martínez, José Luis Montás (El Duro Motors), y los entonces oficiales de la Marina Edward Mayobanex Rodríguez Montero, Antonio Manuel Roche, Andrés Tapia Balbuena, Jesús Sánchez Piña y Jorge Luis Chalas.
Peña Valdez expuso que ese día todos salieron en sus respectivos vehículos de la finca, excepto él que fue dejado en el lugar hasta las 4:30 am.
Posteriormente, su hermano Peña Figuereo fue a recogerlo y se trasladaron hacia la Capital.
En el trayecto recibió la confesión de que "el trabajo había fracasado", aunque no se refirió expresamente a la matanza de Paya, porque no tenía conocimiento del objetivo de la "misión".
De Federico Méndez / Redactora Senior
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