lunes, 30 de noviembre de 2009

La leche materna: un alimento de múltiples beneficios.


Santiago. La leche materna contiene todo lo que un bebé necesita, lo protege de enfermedades y aporta beneficios emocionales entre la madre y su hijo. No obstante, en República Dominicana sólo un 20% de las mujeres amamantan a sus hijos hasta el primer mes, de acuerdo a los datos presentados en la Encuesta Demográfica y de Salud, y un 32% a nivel mundial, establece la Organización Mundial de la Salud.

La psicóloga Regina Rodríguez, de la Liga de la Leche de República Dominicana, detalla que este alimento contiene; agua, vitaminas, proteínas, grasas, calcio, fósforo, sal, azúcar y hierro; además facilita la relación que se establece entre la madre y el bebé. La leche materna previene además infecciones, vómitos, diarrea, enfermedades respiratorias, virales, alergias y algunos parásitos.

Los beneficios de la lactancia materna también se extienden a la madre. Las mujeres que amamantan pierden el peso ganado durante el embarazo más rápidamente y es más difícil que padezcan anemia tras el parto, también tienen menos riesgo de hipertensión y depresión postparto. La osteoporosis y los cánceres de mama y de ovario son menos frecuentes en las mujeres que amamantaron a sus hijos.

No se sabe cuál debe ser la duración "normal" de la lactancia materna en la especie humana. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros seis meses de la vida del niño y continuar el amamantamiento, junto con las comidas complementarias adecuadas hasta los dos años de edad o más, incluso, la OMS recomienda mantenerla hasta que el niño o la madre decidan, sin que exista ningún límite de tiempo.

Son muchas las ventajas que se obtienen al utilizar la leche materna en vez de leche de fórmulas.

Las fórmulas lácteas usadas frecuentemente para alimentar a los recién nacidos, se realizan en base a leche vacuna modificada y son carentes de los elementos bioactivos de la leche humana. Pero la leche materna tiene otros beneficios, no sólo para los niños, sino también para los padres, la familia y la sociedad. En cuanto al recién nacido, como se dijo antes, aporta óptima nutrición, lo protege contra enfermedades infecciosas y alérgicas y favorece su desarrollo psicosocial. Para la madre, favorece la recuperación postparto, ahorro de tiempo al no tener que preparar el biberón, disminuye el riesgo de cáncer de ovario y de mama, favorece la relación madre-hijo, aumenta los intervalos entre embarazos y ahorra recursos a la familia. Para la comunidad en sentido general, reduce la mortalidad infantil, disminuye los requerimientos de anticoncepción y ahorra recursos en alimentos y salud.

El contacto físico madre-hijo es extraordinariamente positivo para ambos, los anticuerpos que contiene la leche materna son muy beneficiosos para el bebé.

De interés para la madre

Es importante que la madre ofrezca el pecho a su bebé cuando él o ella muestren interés, porque su producción de leche materna se estimula principalmente por la succión del bebé, un volumen pequeño de la leche materna, llamada calostro, debe transferirse al bebé durante las primeras veinticuatro a treinta y seis horas. Esta pequeña cantidad es importante porque ayuda al sistema digestivo de su bebé a adaptarse gradualmente.

La lactancia materna debe empezar con el contacto de la piel de la madre y la de su bebé inmediatamente, o tan pronto como sea posible después del nacimiento. Los expertos consideran que este contacto debe ser iniciado por el bebé.

Al yacer sobre el pecho de su progenitora, el bebé podrá oír los latidos del corazón que él ha estado escuchando desde que estaba en el útero. Se sentirá seguro, amado y más tarde o más temprano buscará su seno.

De Mercedes Guzmán

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