viernes, 27 de noviembre de 2009

Tres niños de El Bronx planeaban apuñalar compañeros de escuela y profesores .

NUEVA YORK._ Tres niños estudiantes de una escuela elemental en El Bronx, planeaban apuñalar varios compañeros de plantel y a profesores, como parte de su venganza contra otros que agredieron a uno de ellos durante una pelea. La policía arrestó al trío de muchachos, los esposó y los procesó en el cuartel 42, acusándolos de posesión de armas criminales. Serán juzgados en un tribunal para menores. Los estudiantes en edades de 11, 9 y 8 años, llegaron a la escuela elemental pública 2 en el sector Morrisania, portando cuchillos y chavetas corta papeles.

Filtraron a otros compañeritos que planeaban acuchillar a los agresores y que si algún profesor intervenía, también lo atacarían. Tras ser denunciados en la dirección de la escuela, la policía los arrestó. Un asistente de maestro también los vio con las filosas armas.

El director del centro educativo llamó a las autoridades para notificarles la situación. Se dijo que además llevaron sprays de pintura con la supuesta intención de pintar letreros en las paredes, pero se desconoce si los tres implicados pertenecen a alguna pandilla del área.

Fueron detenidos en el Centro de Menores Spofford la noche del miércoles. Uno de ellos fue identificado por su abuelo como Rafael Beltron (9 años) al que vio en la estación de policía. Melvin Mann, de 59 años, explicó que su nieto no es un niño malo. “Es cortés, respetuoso, pero estuvo involucrado en una pelea y los agresores lo amenazaron, por lo que quiso ir armado para defenderse”.

Denunció que el niño estuvo durante 12 horas en el cuartel, donde hasta entrada la noche, no le habían dado de comer. Amanda Cruz, ex presidenta de la Asociación de Padres y Amigos de la Escuela, dijo que eso ocurre, porque a la dirección del plantel, los niños no parecen importarle.

La escuela está situada en la avenida Boston Road con la calle 169 Este y a pocas cuadras de donde la estudiante de 15 años, Vada Vázquez, fue impactada en la cabeza por una bala perdida la semana pasada. Awilda Santiago, quien tiene a su hijo José de 10 años en la misma escuela, dijo que a partir de ahora, el plantel tendrá que instalar detectores de metales para garantizar la seguridad de los alumnos.

Autor: Miguel Cruz Tejada

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