martes, 24 de noviembre de 2009

Melky Cabrera está frío en los jardines..


Impactodeportivo-Hace un año los Yankees venían de deshacerse de US$81 millones en nómina, con el vencimiento de los contratos del venezolano Bobby Abreu, Jason Giambi, Andy Pettitte, Mike Mussina, Carl Pavano y Kyle Farnsworth. Eso les permitió a los Mulos gastar muchos millones para firmar a CC Sabathia, A.J. Burnett y Mark Teixeira.

Salió bien cada uno de esos movimientos.

Ahora con la agencia libre ya en curso, los campeones tendrán otras metas en mente.

"El año pasado teníamos necesidades bien específicas", dijo el gerente general de los Yankees, Brian Cashman. Este año vamos a ver las cosas de manera diferente.

Antes de atacar el mercado de la agencia libre, los Yankees primero deben decidir qué quieren hacer con sus propios agentes libres. Johnny Damon y Hideki Matsui están disponibles, y lo más probable es que Nueva York se quede con solamente uno de los dos. Además, Pettitte está sin contrato, y la forma en que el club piense en el futuro de su rotación afectará si retorno o no al Bronx.

Ahora mismo las mayores necesidades del conjunto es un jardinero izquierdo y un abridor para el medio de la rotación. Si los Yankees vuelven a firmar a Damon o Matsui-y ambos han expresado que quisieran regresar a Nueva York-lo harían con la intención de usar al que fichen principalmente como designado. Eso dejaría el hueco en el bosque izquierdo para Matt Holliday o Jason Bay, dos de los agentes libres más cotizados de este invierno.

Aunque los Yankees han sido un poco más conservadores a nivel económico en los últimos años-de hecho redujeron su nómina el año pasado, a pesar de las tantas firmas de alto perfil-siguen como uno de los pocos equipos capaces de amarrar los servicios de Holliday o Bay.

También habrá que tener cautela a la hora de negociar con Matsui y Damon. Los Mulos ya han dicho que solamente firmarían a Matsui como designado. Y Scott Boras, el representante de Damon, ha dicho que busca un pacto multianual para su cliente, algo que se pueda comparar con los US$21 millones que gana Derek Jeter por temporada. Los Yankees podrían vacilar ante esas declaraciones tan agresivas.

Pero aparte de eso, Nueva York tiene pocas necesidades. En el cuadro están bien establecidos con Teixeira, el dominicano Robinson Canó, Jeter, Alex Rodríguez y el boricua Jorge Posada firmados por lo menos hasta el final del 2010. Están conformes con Nick Swisher en el jardín derecho y el dominicano Melky Cabrera en el bosque central. La primera parte de la rotación está muy bien con Sabathia y Burnett.

Si los Yankees firman a alguien que no sea para el jardín izquierdo, lo más probable es que sea un lanzador abridor. Nueva York podría ir tras los servicios de John Lackey, el mejor del mercado, para así tener el mejor trío de abridores en Grandes Ligas. O podrían los Mulos tratar de conseguir algo un poco menos caro con Randy Wolf, el boricua Joel Piñeiro o Jarrod Washburn.

Mucho de eso dependerá de Pettitte, que aún no decide si quiere volver a los Yankees o retirarse. Es bastante difícil que Pettitte firme con otro equipo que no sean los Mulos, y los Yankees tiene motivo para volverlo a fichar, ya que el zurdo es uno de sus pitchers más consistentes.

Una vez que tengan la respuesta de Pettitte, podrán los Mulos decidir qué van a hacer con Joba Chamberlain y Phil Hughes, dos abridores en su tiempo en liga menor que han encontrado éxitos como relevistas.

Lo único que está claro ahora mismo es que los Yankees, como siempre, harán algo. El año pasado Nueva York hizo su mayor movimiento, Teixeira, cuando pocos lo veían venir. Lo que está por determinarse es si tienen las mismas intenciones con Holliday, Bay o Lackey.

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