Washington/EFE — El presidente, Álvaro Uribe, evitó aclarar si se presentará a la reelección tras un eventual cambio constitucional en su país, en una visita a Washington dominada por la crisis en Honduras y que concluye ayer.
El domingo, las fuerzas armadas expulsaron de Honduras a su presidente, Manuel Zelaya, que pretendía celebrar una consulta popular sobre una reforma constitucional que abriría el camino para su reelección, según sus detractores, y que fue declarada ilegal por el Tribunal Supremo Electoral y el Parlamento.
Paralelamente, el Congreso colombiano prepara actualmente el texto de un referendo sobre la posibilidad de que Uribe opte a un tercer mandato.
La similitud no se le ha escapado a la prensa que ha acompañado al presidente colombiano en su visita de dos días a Washington.
Ayer, en un discurso ante el Woodrow Wilson, un instituto de estudios, Uribe no se refirió al tema, pero posteriormente un corrillo de periodistas lo presionó varias veces sobre si se presentará a la reelección o no, a lo que él respondió con evasivas.
En un momento dado, Uribe replicó- “Todavía no hemos llegado a un punto irreversible en materia de reconquista de la seguridad. Soy un luchador para que Colombia siga trabajando en convertirse en el mejor destino de inversión del mundo".
El punto álgido de la visita de Uribe, que ayer mismo partió para Panamá, fue su primera reunión en la Casa Blanca con el mandatario estadounidense, Barack Obama. En ella, el presidente estadounidense dijo que en su país la limitación de dos mandatos presidenciales “funciona” para EE.UU. y añadió que “tras ocho años, normalmente el pueblo quiere un cambio”.
Pero indicó que si él continúa en el cargo dos mandatos, en su último año “no tendría una popularidad del 70 por ciento”, como Uribe, con lo que se ganó risas de los periodistas presentes.
El domingo, las fuerzas armadas expulsaron de Honduras a su presidente, Manuel Zelaya, que pretendía celebrar una consulta popular sobre una reforma constitucional que abriría el camino para su reelección, según sus detractores, y que fue declarada ilegal por el Tribunal Supremo Electoral y el Parlamento.
Paralelamente, el Congreso colombiano prepara actualmente el texto de un referendo sobre la posibilidad de que Uribe opte a un tercer mandato.
La similitud no se le ha escapado a la prensa que ha acompañado al presidente colombiano en su visita de dos días a Washington.
Ayer, en un discurso ante el Woodrow Wilson, un instituto de estudios, Uribe no se refirió al tema, pero posteriormente un corrillo de periodistas lo presionó varias veces sobre si se presentará a la reelección o no, a lo que él respondió con evasivas.
En un momento dado, Uribe replicó- “Todavía no hemos llegado a un punto irreversible en materia de reconquista de la seguridad. Soy un luchador para que Colombia siga trabajando en convertirse en el mejor destino de inversión del mundo".
El punto álgido de la visita de Uribe, que ayer mismo partió para Panamá, fue su primera reunión en la Casa Blanca con el mandatario estadounidense, Barack Obama. En ella, el presidente estadounidense dijo que en su país la limitación de dos mandatos presidenciales “funciona” para EE.UU. y añadió que “tras ocho años, normalmente el pueblo quiere un cambio”.
Pero indicó que si él continúa en el cargo dos mandatos, en su último año “no tendría una popularidad del 70 por ciento”, como Uribe, con lo que se ganó risas de los periodistas presentes.
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