La otrora combativa ciudad de Bonao se ha convertido en la presente campaña electoral en una especie de Vaticano de la política vernácula, al ser el escenario de encuentros de líderes políticos cuyas relaciones estaban en “punto muerto”.
Como una especie de Vaticano donde todos quieren ir a buscar la bendición del Sumo Pontífice, políticos morados, blancos y colorados, pasaron por allí el fin de semana, en tránsito a otros destinos o para hacer “amarres electorales”.
Los principales líderes de los tres partidos mayoritarios, incluyendo a sus respectivos presidentes, coincidieron en esta ciudad que en el pasado fue escenario de combativas huelgas, protestas y cuna de connotados dirigentes revolucionarios.
Sin embargo, esa misma ciudad desempeñó este fin de semana otro papel “limar asperezas” entre dirigentes de primer orden de los Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de la Liberación Dominicana (PLD) y Reformista Social Cristiano (PRSC).
En la tarde de ayer el presidente del PRD, ingeniero Miguel Vargas Maldonado, y el ex presidente Hipólito Mejía se encontraron en Bonao, ambos en campaña a favor de los candidatos de su partido.
Entre ambos dirigentes perredeístas existen serias diferencias por la forma del grupo de Vargas Maldonado “manejar” el partido opositor.
El encuentro entre ambos se produjo en la residencia de Cosme Damián Sánchez, donde ambos coincidieron después de participar en caravanas de respaldo a los candidatos municipales y congresuales de Bonao.
Los dirigentes reformistas Carlos Morales Troncos, Federico Antún Batlle y Johnny Jones, quienes desde hace meses no se tomaban un vaso de agua juntos, ayer todos lucían alegres, felices y con un solo norte: “Empujar la alianza entre morao y colorao”.
También la “realidad electoral” reunió en esta ciudad, por breve tiempo, al presidente de la República, doctor Leonel Fernández, a la licenciada Alejandrina Germán y al ingeniero Radhamés Segura.
Bonao dejó de ser punto de conflictos para convertirse en un centro de encuentros de políticos aunque pertenecen al mismo partido.
Aunque entre muchos de los que hicieron causa común con el proselitismo del fin de semana, no se le conocían fricciones, a otros sí. Este es el caso de Hipólito y Miguel.
Para poner la “tapa al pomo”, sólo faltó que coincidieran en Bonao, el presidente Fernández y su adversario interno licenciado Danilo Medina.
Al ex precandidato peledeísta no se le observó en actividades de campaña el fin de semana, aunque sí lo ha hecho en días anteriores.
Al parecer el atractivo principal no fueron los votantes de la provincia Monseñor Nouel, sino que Bonao fue la plaza de la coincidencia política.
Todo por el país
Todos los dirigentes políticos coincidieron en Bonao en su interés por sacar al país de la pobreza y enrrumbarlo por los senderos del desarrollo. También se tomaron fotos ante la militancia exhibiendo prolongadas sonrísas para enviar mensaje positivo a los adeptos.
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