SANTO DOMINGO, (PL).- La semana termina en República Dominicana en la misma forma que empezó: signada por protestas populares en demanda de obras sociales y el fin de los omnipresentes apagones.
Desde el martes y aún hoy, cientos de manifestantes estremecieron las calles de varias comunidades del Cibao (noroeste), en especial de Santiago de los 30 Caballeros, donde un número indeterminado de personas han sido detenidas.
Los manifestantes, convocados por el Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), exigen la reparación de calles y aceras, servicio confiable de acueducto y, sobre todo, el cese de los cortes de energía que en ocasiones sobrepasa las 16 horas.
En algunas ocasiones, sobre todo en Santiago, los manifestantes han desbordado los límites pacíficos orientados por el FALPO y queman neumáticos y obstaculizan las vías, ante lo que califican de "indiferencia oficial".
En la meridional provincia de La Vega, otros aprovecharon las tinieblas por falta de fluido eléctrico para cortar a hachazos postes eléctricos, una nueva modalidad de protesta.
El jueves pasado el tráfico entre Santiago y las provincias fronterizas del Oeste y de esa ciudad, la segunda del país, y esta capital quedó paralizado durante varias horas a causa del bloqueo de las rutas con desechos y otros objetos contundentes.
Uno de los voceros del FALPO aclaró que sus demandas, en esencia, están contenidas en las promesas de los candidatos en las últimas elecciones presidenciales, cuyo cumplimiento exigen.
En honor a la verdad, la magnitud de las obras es enorme dado el abandono secular de las zonas rurales del país, agravado por el impacto de la crisis económica mundial, que restringe la posibilidad de inversiones sin retorno económico rápido.
Pero las poblaciones no entienden de esas abstracciones y prosiguen sus demandas, que se extendieron de Santiago a la vecina provincia de Valverde y amenazan pasar la semana próxima a otras regiones del país.
Desde el martes y aún hoy, cientos de manifestantes estremecieron las calles de varias comunidades del Cibao (noroeste), en especial de Santiago de los 30 Caballeros, donde un número indeterminado de personas han sido detenidas.
Los manifestantes, convocados por el Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO), exigen la reparación de calles y aceras, servicio confiable de acueducto y, sobre todo, el cese de los cortes de energía que en ocasiones sobrepasa las 16 horas.
En algunas ocasiones, sobre todo en Santiago, los manifestantes han desbordado los límites pacíficos orientados por el FALPO y queman neumáticos y obstaculizan las vías, ante lo que califican de "indiferencia oficial".
En la meridional provincia de La Vega, otros aprovecharon las tinieblas por falta de fluido eléctrico para cortar a hachazos postes eléctricos, una nueva modalidad de protesta.
El jueves pasado el tráfico entre Santiago y las provincias fronterizas del Oeste y de esa ciudad, la segunda del país, y esta capital quedó paralizado durante varias horas a causa del bloqueo de las rutas con desechos y otros objetos contundentes.
Uno de los voceros del FALPO aclaró que sus demandas, en esencia, están contenidas en las promesas de los candidatos en las últimas elecciones presidenciales, cuyo cumplimiento exigen.
En honor a la verdad, la magnitud de las obras es enorme dado el abandono secular de las zonas rurales del país, agravado por el impacto de la crisis económica mundial, que restringe la posibilidad de inversiones sin retorno económico rápido.
Pero las poblaciones no entienden de esas abstracciones y prosiguen sus demandas, que se extendieron de Santiago a la vecina provincia de Valverde y amenazan pasar la semana próxima a otras regiones del país.
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