Durante el embarazo una no siente mucho el sobrepeso porque sabe que es inevitable ganar kilos demás conforme el bebé va creciendo en el vientre.
El problema viene después del parto, y vemos el gran cambio sufrido por nuestra figura. Puede ser frustrante el principio, pero no hay que alarmarse tanto, este sobrepeso es remediable.
Te advierto que no puedes hacer dietas estrictas porque estás lactando y tu cuerpo necesita de nutrientes para producir le leche con la que se nutrirá el bebé.
Tu cuerpo por sí mismo empezará a deshincharse con la lactancia, pues cada succión provoca una contracción en el útero que hará que vuelva a su tamaño original, y a su vez quema calorías y gasta las reservas de grasa del cuerpo.
Pero además, para ayudarte es necesario que lleves una alimentación equilibrada, esto es, baja en azúcares y limitada en hidratos de carbono como arroz, pastas, féculas y patatas. Haz cuatro comidas diarias moderadas en lugar de hacer dos comidas abundantes para evitar molestias estomacales.
En cuanto a la hidratación, pues vas a necesitar más que antes de salir embarazada: unos tres litros diarios que puedes obtener de jugos naturales de frutas y hortalizas, y de caldos de carnes sin grasa.
¿Ejercicios?
Claro que sí, pero consulta antes con tú medico. Tienes varias opciones: natación, caminatas, yoga, Pilates y programas de ejercicios de adelgazamiento postparto. Estar en movimiento no solo quema calorías, también te evita los problemas de estreñimiento por sedentarismo.Fuente:Nutricion.pro
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