sábado, 29 de enero de 2011

Condenado por enviar cartas rellenas de "polvo blanco" a Barack Obama.


DENVER/Almomento.net.- Jay DeVaughn, el hombre que reconoció enviar un total de trece cartas rellenas con un "polvo blanco" al presidente estadounidense, Barack Obama, varios congresistas y los consulados argentinos en Los Ángeles y Nueva York, ha sido condenado a seis años de cárcel que cumplirá en una prisión federal. DeVaughn, que sufre un trastorno bipolar, aseguró no saber por qué lo hizo.


Asimismo, este antiguo bibliotecario en Denver, deberá someterse a tratamiento en una clínica mental durante tres años después de salir de la cárcel bajo la supervisión de la justicia. La condena se ha visto reducida ya que el acusado se declaró culpable y pidió disculpas, así como por su enfermedad mental.

"No sé por qué lo hice", declaró DeVaughn. "Lo único que sé es que tengo una enfermedad que estará conmigo el resto de mi vida", agregó.

Los servicios secretos estadounidenses y la Oficina Federal de Investigación (FBI) respondieron al envío de este material como si se tratara de ántrax, aunque posteriormente se determinó que se trataba de un sustitutivo de azúcar. El asistente del fiscal de Estados Unidos, Gregory Holloway, dijo que DeVaughn "estableció un régimen de terror que era, como mínimo, cruel".

"Sus métodos para infligir dolor mental, daño económico y vergüenza eran tortuosos más que físicamente violentos, pero no por ello menos depravados, antisociales y gratuitamente perjudiciales", dijo el juez.

El médico del área de Denver que le trató, así como la esposa del facultativo, declararon el viernes que temieron por sus vidas durante más de un año debido a las amenazas de DeVaughn, quien se quejaba por el tratamiento que recibió. "Mi mayor temor era que pudiera volver a casa y encontrar a mi familia asesinada", dijo Nathan Karber.

Por su parte, el juez aseguró que las leyes federales para enfrentarse con personas que sufren enfermedades mentales y que están involucradas en acciones criminales, pero que no son reconocidas legalmente como dementes, son inadecuadas.

En este sentido, el juez dijo que hubiera preferido haber sentenciado a DeVaughn a un mayor periodo de tratamiento psiquiátrico tras salir de la cárcel, pero que tres años es el máximo permitido por la ley. Por último, aseguró que su intención era proteger a la gente de las acciones de DeVaughn así como intentar que el condenado sea tratado de su enfermedad el máximo tiempo posible.

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