Por El Caribe El administrador de Bienes Nacionales, Elías Wessin Chávez, dijo que su familia está consternada por la información sobre la supuesta irregularidad de la declaración de utilidad pública de terrenos propiedad de su esposa.
En una carta al director de Multimedios del Caribe, Osvaldo Santana, el funcionario explica la legalidad de la operación.
Santo Domingo, D.N. 29 de septiembre de 2010
Señor Lic. Osvaldo Santana
Director de Multimedios del Caribe. Ciudad.
Distinguido señor director:
En la edición de ese prestigioso diario de fecha lunes 27 de septiembre de 2010, se publicó una noticia que daba cuenta de que “Bienes Nacionales compró por 69 MM predios esposa de Wessin”.
La noticia, como es natural, nos consternó y nos mantiene consternados tanto de manera individual como familiarmente, y la razón obedece a que, desde nuestra perspectiva, El Caribe ha sido sorprendido en su buena fe con una información, respecto de la cual, no se ha tomado el tiempo necesario para averiguar su grado de veracidad y posibilidad de verificación fáctica.
Dentro de los esfuerzos hechos para esclarecer la especie difamatoria se encuentra la publicación, en ese mismo diario, de un espacio pagado donde se da cuenta de la imposibilidad legal-material de Bienes Nacionales de comprar terrenos, pues esa no está dentro de las facultades que le asigna la ley que la instituye, sino que por el contrario, sus funciones se contraen a la de servicio como ente de tramitación de este tipo de solicitudes.
Igualmente, en dicho documento se destaca la realidad legal de que, a juzgar por el derecho de igualdad de todos ante la ley, consagrado en la Constitución de la República Dominicana a favor de todos los dominicanos, el hecho de que un ciudadano o una ciudadana pertenezca a la familia de un funcionario, no constituye una causal de inhabilitación de sus derechos civiles y políticos con grado o consecuencia de enervación de sus capacidades de goce y ejercicio de un derecho tan fundamental como el de propiedad, o de otro cualquier consecuencia de éste, como el de reclamar el pago de lo expropiado; máxime si, como en la especie, los bienes declarados de utilidad pública, propiedad de la familia de mi esposa, nunca me han pertenecido ni pertenecerán, toda vez que los mismos fueron recibidos por ella a título de herencia en función de su vocación sucesoria respecto de sus padres difuntos, lo que impide que pasen a formar parte de la comunidad legal de bienes y gananciales, régimen matrimonial elegido por nosotros a la hora de contraer nupcias.
Tanto usted como nosotros sabemos que, en tiempos como los actuales, donde las informaciones transitan de manera vertiginosa, los efectos que cause cualquier afirmación difamatoria contra una persona son muy difíciles de revertir con una simple correspondencia.
Así, el daño que causa este tipo de cuestiones no podría ser resarcido con suma de dinero alguna, pues el honor es algo que atañe a lo moral y la nuestra, aunque a quienes nos difaman mal le cuadre, ni se compra ni se vende.
Por tanto, la cuestión plantea la actitud razonable de un ejercicio de alteridad que permita a El Caribe y sus directivos, o a sus propietarios, colocarse en nuestra situación y la de nuestra familia y acaso así, poder entender nuestra aspiración, no sólo de que ustedes indaguen si lo que afirmamos es cierto, sino también que sopesen la pertinencia y posibilidad de que a la presente se le dé el mismo espacio que se le dio en su medio a la noticia que, estamos seguros, publicaron en la creencia de que quien se la suministraba había averiguado todas y cada una de las aristas del procedimiento que se pretende rotular como espurio.
Con sentimientos de la más alta estima y consideración, le saluda.
Deferentemente
Doctor Elías Wessin Chávez.
La periodista Nuria Piera denunció el pasado sábado que Bienes Nacionales compró por RD$69 millones unos terrenos de la esposa de su director, Elías Wessin Chávez.
En un reportaje, Piera aseguró que el funcionario solicitó al Poder Ejecutivo la declaratoria de utilidad pública de los predios ubicados en San Pedro de Macorís.
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