La Policía identificó hoy a los dos jóvenes cuyos cuerpos fueron encontrados decapitados en una finca de Can Cristóbal. Uno de los asesinados Vladimir Paulino Consuegra residía en el barrio Los Guandules y la otra víctima es su primo Marcos Figueroa Ferreiras, quien vivía en el Ensanche Quisqueya, y tenía dos meses que había llegado al país desde Puerto Rico donde residía con su padre.
Según el informe de Patología Forense ambos jóvenes fueron ejecutados de un balazo en la nuca. Sus cuerpos fueron decapitados y les cortaron ambas manos. Los miembros amputados aparecieron a dos kilómetros de los cuerpos incinerados.
Miguel Valdez Paulino, tío de las dos víctimas, dijo que las familias estaban horrorizadas y no se explican las razones por las que fueron asesinados con tanta saña porque, que ellos sepan, ninguno de los dos estaban involucrados en el negocio de narcotráfico como se ha insinuado en la prensa.
El joven Figueroa Ferreriras, de 21 años, vivía con su madre en el Ensanche Quisqueya. Según investigaciones preliminares de la Policía los primos salieron acompañados de una jovencita que tenía relaciones con uno de ellos y se encontraron en un establecimiento de Megacentro, en la avenida San Vicente de Paul de Santo Domingo Este. Allí Marcos Figueroa Ferreriras recibió una llamada de alguien, hasta ahora desconocido, y luego se juntaron con otras personas sen un lugar aún indeterminado.
Los cuerpos fueron hallados en una finca privada en la carretera Nizao el sábado en la mañana, aunque la Policía maneja la versión de que los crímenes habían sido cometidos por asuntos de narcotráfico, los familiares de ambos negaron la versión y el abogado Carlos Lorenzo, amigo del padre de Marcos, que tenía residencia norteamericana, dijo que durante el tiempo en que estuvo en Puerto Rico se dedicó a trabajar con su padre y nadie sabía que estuviera en negocios extraños.
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