PLAINFIELD, NJ – Familiares, amigos y compañeros del taxista asesinado el martes en Plainfield piden justicia y una pronta acción de las autoridades.
"No quiero que la muerte de mi esposo quede impune", dijo entre sollozos María Santana, esposa de Isidro Leonardo, el taxista de origen dominicano que murió al mediodía del martes en un hospital, luego de haber sido mortalmente herido de bala en la cabeza, durante un aparente intento de robo.
Leonardo, de 44 años, había salido de su casa en la avenida Johnston a las cinco de la mañana, como habitualmente solía hacerlo, cuando de la base ‘United Taxi’ le asignaron un cliente a la altura del 200 de la avenida Spooner.
"Aparentemente llegó y —aunque tenía el vidrio de protección— no lo estaba usando y le dieron un disparo en la cabeza", relata Joaquín Verauno, uno de sus compañeros de base.
Los amigos de Leonardo, que llevaba unos cinco años trabajando como taxista, manifestaron tener una mezcla de sentimientos. "Algunos tenemos miedo, otros tristeza, rabia. Son muchas cosas a la vez porque hoy le tocó a él y mañana puede ser a cualquiera de nosotros", dijo acongojado el taxista Ramón Betances, que acudió ayer al lugar de los hechos, junto a la familia, para improvisar un pequeño altar. El taxista asesinado y su esposa tienen dos hijos, de nueve y cuatro años de edad.
"El niño mayor está aterrorizado, no entiende como pudieron matar a su papá, ahora él está diciendo que van a ir a matarlo a él", anotó Albanira Jiménez, madrina del niño.
La fiscalía del condado Union indicó que se desconoce el móvil del crimen y que continúa la investigación. Hasta el cierre de esta edición no se había producido ningún arresto.
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