Washington/EFE.- Ocho pandillas, en su mayoría haitianas, fueron desmanteladas en el sur de Florida tras una investigación de 17 meses, anunciaron ayer las autoridades.
La operación “Dead End” (“Callejón sin salida”, en español) tenía como objetivo arrestar a traficantes de drogas violentos en North Miami Beach.
Información sobre una investigación de la muerte del agente de policía James Walker en North Miami Beach ayudó a agentes locales y federales encubiertos a desmantelar las organizaciones criminales, dijo el comisionado de policía Rafael Hernández.
Pandilleros dispararon a Walker con un fusil semiautomático, dijeron las autoridades. La investigación continúa.
“Hemos recibido muchas quejas sobre problemas de pandillas en nuestra ciudad”, dijo Hernández.
Trece pandilleros y sus colaboradores enfrentan cargos federales relacionados con drogas, armas y robo a mano armada. Si son declarados culpables podrían pasar décadas en prisión.
Otras 23 personas serán procesadas por la Oficina del Fiscal del estado de Miami. Otras 17 arrestadas en la redada de esta semana serán procesadas por infringir las leyes de inmigración o acusadas de otros crímenes, dijeron las autoridades.
Los acusados formarían parte de una amplia gama de criminales: desde traficantes de poca monta a proveedores de drogas a gran escala, dijo Hernández.
El comisionado prefirió no identificar a las pandillas que eran el objetivo de la investigación, pero la agente Kathy Katerman dijo que eran “en su mayoría haitianas”.
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