
Miembros de la Dirección Central de Inteligencia Delictiva tratan de ubicar un segundo lugar donde una banda de sicarios habría sepultado en una fosa clandestina a varias personas asesinadas por deudas de narcotráfico y otras causas.
Se informó que los agentes bajo la dirección del general Ciriaco Núñez cruzan varias informaciones para tratar de ubicar el lugar donde el grupo tenía otro centro de tortura y habría sepultado a por lo menos otras tres personas.
Ayer los agentes bajo las órdenes del general Núñez hallaron un cadáver en una fosa clandestina en el patio de una vivienda en Duquesa, Villa Mella.
La vivienda era propiedad de Basilio Pérez Cuevas o José Pérez Cuevas (El Mayor), de 41 años, ultimado a tiros el pasado domingo en la avenida John F. Kennedy a esquina José Ortega y Gasset, junto a Kelvin Ramírez Castro.
El cadáver estaba en estado de descomposición dentro de un tanque de 55 galones, enterrado en el patio de una vivienda que era custodiada por un haitiano que huyó.
Pérez Cuevas y Ramírez Castro fueron ultimados el domingo durante un tiroteo por una patrulla de la Dirección Central de Inteligencia Delictiva que le daba seguimiento. Un tercer miembro de la banda logró escapar.
A Pérez Cuevas y a Ramírez Castro le fueron ocupados una pistola sueca Glock, otra Jerico, un revólver Ruger 357 y tres chalceos antibalas.
El grupo también usaba un fusil ruso AK-47, otro fusil sueco y una gran cantidad de de documentos teléfonos celulares, tarjetas de crédito y otros.
En el momento del enfrentamiento con los agentes de Inteligencia Delictiva, los sicarios viajaban en una camioneta Mistubishi, verde, placa L128824, que fue ocupada.
El grupo tenía anotados los nombres de varias personalidades ligades a la lucha contra el narcotráfico, según se pudo saber en la Policía.



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