DAJABON . Al menos cinco heridos de balas, varios detenidos y vehículos incendiados fue el balance preliminar de enfrentamientos entre haitianos y tropas militares, que impidieron la introducción de un cargamento de ajo y la entrada masiva de indocumentados a este lado de la frontera.
Los haitianos intentaron pasar violentamente hacia territorio dominicano y fueron impedidos por efectivos militares lo que provocó una balacera donde cinco haitianos fueron heridos, entre ellos Junior Florestale, de 19 años, quien fue ingresado de urgencia en el hospital Ramón Matías Mella, de Dajabón, informándose que otros haitianos que no fueron identificados habrían resultado heridos de bala y llevados hacia Juana Méndez.
Se dijo que en el lugar fueron incendiadas patanas de dominicanos que cruzaron cargadas de mercancías.
Al mediodía de este lunes desde territorio dominicano se veía el fuego que afecó a las patanas ubicadas de aquel lado del Masacre, como represalia a los incidentes y los heridos haitianos.
Los enfrentamientos se iniciaron cuando, en medio de la celebración del mercado, con cientos de haitianos y dominicanos en plena faena comercial, decenas de ciudadanos del vecino país, irrumpieron en forma violenta lanzando piedras a los militares quienes respondieron disparando.
Tras la balacera, los haitianos que estaban en el mercado regresaron apresuradamente hacia su país y los dominicanos también, en forma precipitada, abandonaron la zona del mercado, en tanto la vigilancia militar en la frontera fue ampliada por los oficiales del CESFRONT.
Tras la incautación del ajo a dos mujeres haitianas, una turba de haitianos se molestó procediendo de inmediato a atacar a los miembros del CESFRONT con piedras, botellas y palos, lo que obligó a los militares a responder la provocación a balazos.
El joven recibió un balazo en el lado derecho con oficio de entrada y salida, por lo que tras recibir los primeros auxilios en el hospital de Dajabón, fue remitido al hospital Cabral y Báez de Santiago.
Los haitianos atacaron además a los miembros de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) y de la Policía de su país, cuando esas autoridades intentaron imponer el orden en medio del enfrentamiento, destruyendo además un vehículo de la MINUSTAH placa Z-0138, marca Nissan, color blanco.
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