Con México controlado, el caso más preocupante sigue siendo el de los Estados Unidos donde el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades anunció que en la última semana casi se duplicó el número de fallecimientos, de 44 a 87, y que ya son 21.449 los infectados, 3.594 más que en el control anterior. Este organismo de control advirtió a la población que el proceso para fabricar una vacuna «llevará varios meses» y que por tanto no es una posibilidad inminente.
En México la gripe A ha dejado hasta la fecha 113 fallecimientos, pero la cifra de contagiados parece haberse moderado: unos 7.500 en todo el país. Lo cierto es que el último fallecimiento relacionado directamente con el virus N1H1 en el país mexicano se produjo el 31 de mayo. El secretario de Salud, José Ángel Córdoba, pidió ayer a sus compatriotas «no bajar la guardia» en ninguno de los 32 estados.
El 1 de julio próximo comenzará en Cancún una reunión ministerial con presencia de responsables de Sanidad de 40 países, con presencia española, y de la plana mayor de la OMS para evaluar la situación.
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