Nueva York — La Quinta Avenida de Manhattan se convirtió ayer en un carnaval andante con mariposas humanas, bailarinas en trajes de plumas, reinas de belleza de dos metros de estatura y miles de banderas con el arco iris emblemático del orgullo gay.
Pero detrás de la diversidad vertiginosa del desfile de orgullo gay, que atrae a miles de personas a Nueva York cada año, había un solo llamado.
“Queremos el derecho del matrimonio, eso sería lo ideal”, dijo Carlos B., un diseñador de flores que vive en New Jersey y llevaba un papel con en su camiseta que decía “1989-2009”, refiriéndose a los años que lleva con su pareja, George.
“Preferiblemente antes de que estemos en sillas de rueda”, añadió George.
Este año el desfile de orgullo gay giraba en torno al matrimonio gay, ya que un proyecto de ley que pretende legalizar el matrimonio entre homosexuales podría pasar a voto en el Senado estatal. El proyecto de ley posiblemente beneficiaría a las parejas gay que incluyen una persona indocumentada, parejas como Carlos B. y George, que comparten la vida pero carecen de los derechos y la ciudadanía que disfrutan las parejas heterosexuales.
Entre los participantes estuvo el senador Tom Duane, responsable de introducir el proyecto de ley del matrimonio gay en el Senado estatal por primera vez en el 2001. Marchó con su pareja de 17 años, Louis Webre, un cubano-americano.
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