Washington, (EFE).- Una corte federal de
apelaciones suspendió temporalmente la ejecución de Russell Bucklew,
prevista para la madrugada de este miércoles en Misuri (EE.UU.), por
temor a que, debido a la malformación congénita que padece, la inyección
letal le provocara un sufrimiento mayor, se informó hoy.
La suspensión dictada por la Corte de Apelaciones
del Circuito 8, llegó poco después de que un tribunal federal del
distrito se negara a aplazarla y de que el gobernador de Misuri, Jay
Nixon, rechazara las peticiones de clemencia.
Tras anunciarse la suspensión, la oficina del
fiscal general de estado, Chris Koster, apeló la decisión de la corte
con el argumento de que esa disposición judicial entra en conflicto con
sentencias anteriores del Tribunal Supremo.
La Corte de Apelaciones del Circuito 8 consideró
en su resolución que "las incuestionables evidencias médicas demuestran
que hay una probabilidad suficiente de que -el reo, con la inyección
letal- sufra un dolor innecesario y un sufrimiento mayor del
constitucionalmente aceptable que es inherente a todas las ejecuciones".
La abogada del preso, Cheryl Pilate, se mostró
"aliviada" con la decisión judicial, tras haber alegado para pedir la
suspensión de la ejecución que su cliente padece un defecto congénito
que provoca malformaciones en los vasos sanguíneos de la cabeza, cara y
garganta que le causan hemorragias.
Según Pilate, debido a esas malformaciones, los
fármacos de la inyección letal podrían no circular bien por las venas
del preso y provocarle dolor, lo que iría contra el mandato
constitucional que prohíbe los castigos crueles.
El ajusticiamiento de Bucklew, estaba previsto
para las 12.01 horas del miércoles (04.01 GMT), y habría sido el primero
en Estados Unidos tras la accidentada ejecución de Clayton Lockett, que
murió de un ataque al corazón 40 minutos después de recibir la
inyección letal a finales de abril.
Esa ejecución ha reabierto el debate sobre la pena
de muerte y especialmente sobre el secretismo en el uso de cócteles de
fármacos usados en la inyección letal, que según los críticos pueden
desembocar en sufrimiento excesivo del condenado.
Misuri es uno de los estados que utiliza
inyecciones de pentobarbital y mantiene en secreto el origen y la
combinación que administra en las ejecuciones.
Bucklew pidió que haya cámaras para grabar cuando
le apliquen la inyección letal, algo que se le ha denegó, según las
organizaciones defensoras de los condenados a muerte.
"Si los funcionarios de Misuri están
suficientemente confiados para ejecutar a Russell Bucklew, deberían
estar confiados para grabarlo con vídeo", indicó Pilate la pasada semana
al presentar dicha solicitud en nombre de su cliente.
Bucklew fue condenado a muerte por asesinar en
1996 al novio de su expareja, a la que secuestró y violó, y disparar a
un agente tras una persecución policial.
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