sábado, 6 de junio de 2009

Retornará pero en un ataúd

Gloria Medina/edlp

Nueva York — La familia de un soldado hispano nacido en Queens que se preparaba para recibirlo porque estaba a punto de completar su misión en Afganistán, ahora se encuentra en la penosa tarea de hacer los arreglos funerarios ya que el militar llegará pero en un ataúd.

Roberto Hernández II, de 21 años, murió el 2 de junio cuando el vehículo en el que patrullaba una zona de Kabul pasó por un dispositivo explosivo, según informó el Departamento de Defensa.

“Estaba en el trabajo y mi hermano llegó a decirme que tenía que ir a casa pronto”, dijo Paulina Richardson, la mamá del militar, desde su hogar en Queens. “Durante el camino hacia la casa lloré bastante porque sabía que mi mamá y hermanos estaban bien, con el único que podía pasar algo era mi hijo”, agregó.

Al llegar a su hogar, un ministro entró con los militares asignados a darle la mala noticia. “Su hijo murió en la guerra”, son las palabras que recuerda de ese día Richarson, de 47 años, quien también prestó servicio a la fuerza aérea de EE.UU. por más de 4 años como especialista en mecánica de aviones.

Hernández II, quien se unió al ejército en el 2007, pertenecía al batallón de la policía militar 549, a la brigada de la policía militar 385 y a la Brigada 16 de la Fuerza Aérea que operan en el Fuerte Stewart de Georgia (Atlanta); y se disponía a terminar su misión de 14 meses en Afganistán a finales de junio.

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